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Mis padres fueron humildes y pobres la– bradores en un pueblito llamado Larraul Dieciocho años llevó n uestro protagonista el nombre de José Antonio, es decir, hasta que él tomó el hábito capuchino en el noviciado. Había una costumbre centenaria entre los capuchinos al vestir el hábito: dejar con el hombre viejo el nombre y apellido de familia y tomar u n nom– bre nuevo con la designación del pueblo de ori– gen. José Antonio Sarasola Uruláin seria conoci– do a partir del noviciado como Fray Bernabé de Larraul, y así lo vamos a llamar. El niño y la Cruz La confirmación se recibía entonces cuando pasaba el obispo. Por los libros parroquiales su– po el P. Bernabé que la había recibido antes de cumplir dos años, el 17 de abril de 1909, en el pueblo vecino de Asteasu. 10 Hacia los 6 años me pusieron en la escue– la del pueblo. A los 8 años, en 1915, hacía la Primera Comunión privada, después de haber aprendido el Catecismo de San Pío X, que por aquel tiempo fue traducido al Euskera. A los 1O años hice la Comunión solemne, que en– tonces estaba en uso. Tengo presente que en los primeros años fui más o menos piadoso. Recibía con fre– cuencia la Sagrada Comunión Tan piadoso, tan piadoso que sale de lo co-