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además otras intenciones... Y poco importa que un amigo colombiano se responsabilizara de los gastos de viaje. En el fondo, él iba a celebrar las misericordias del Señor. El 15 de agosto en la iglesia de los capuchi– nos en San Sebastián, consagrada a la Virgen de Lourdes, se celebró la Eucaristía jubilar, prece– dida por un pequeño retiro espiritual. Sus com– pañeros pusieron los ojos en el P. Bernabé para que les hiciera alguna consideración preparato– ria. Peregrino a Roma y Tierra Santa Con la generosidad del amigo colombiano -que no le hubiera faltado, por supuesto, de parte de los superiores la misma gracia- quiso dar satisfacción a un piadoso deseo d e su espíri– tu: llegar a los pies del Santo Padre, Vicario de Jesucristo, y pisar la Tierra de Jesús. Le acom– pañaba el amigo bienhechor. El amor al Papa es una de las notas salientes de la espiritualidad del P. Bernabé, que los testi– gos de su vida la han percibido con evidencia Y el mismo P. Bemabé da testimonio de sí mismo: Creo que fue por el año 1935 - no recuer– do bien- que empecé a sentir una venera– ción y atención especial por el Vicario de Cristo sobre la tierra. En aquellos años estaba en la MCátedra de San Pedro• el Papa Pío XJ. (...) Se me presentaba, en verdad, como Vica– rio de Cristo sobre la tierra, que merece toda 135

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