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También nuestra querida Euskalerria– Euskadi ¡qué trance tan apurado está pasan– do! (escribe a unos amigos en diciembre de 1983). ¡Combatida por amigos y enemigos! Vosotros conocéis el secreto de la Virgen Dolorosa de Ezkioga... Hasta que llegue el triunfo de Ella en la montaña santa, no ha– brá paz. no habrá tranquilidad para nuestra muy querida Euskalerria. Vosotros que cono– céis el secreto, tenéis la obligación de rogar al Padre de las Misericordias que llegue pronto el día en que la Madre de Piedad reduzca a tantos hijos extraviados y los traiga al buen camino. Ha escrito al Obispo de San Sebastián, Don José Maria Setién, rogándole que revise lo que entonces pasó. El Obispo le respondió amable– mente dándole su parecer. A los mismos amigos en otra carta les dice: -según noticias ya está en vías de beatificación el que en aquel tiempo de las apariciones era el Párroco de Zumárraga, Don An– tonio Amundaráin. El fue depositario de muchos secretos de Ezkioga•. * ) Lo que el P. Bemabé obse~ vive en este tipo de mensaje son contenidos: conversión, pe– nitencia, oración; ve además que estas manifes– taciones invitan a una relación afectuosa e ínti– ma con la Virgen. Todo ello se acuerda con su espíritu. .. El P. Bemabé prestó mucha atención a la documenta– ción contenida en: Alerta, Humanidad. Reflexiones sobre los últimos tiempos (Avda. Cardenal Herrera Oria. 242 - Ma– drid), libro que no hemos podido consultar. 132