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Intenté contratarle para médico de uuestnt misión. No pude sobornarle. IIablando eu europeo me hizo algunas confiden– cias interesantes que no me hubiera heeho seguramente ha– blando en chino. Aquel ejército ro.io qne veíamos en la ladro– nera, antes había sido ejértico blanco, y servido fielmente al gobierno nacionalista ele Txiang-kai·xek. A. cansa de varias irregularidades en la admiuisttacióu de In cosa pública y apro. -vechaudo el descontento general provocado por el desigual reparto de bienes entl'e los fioldados, éstos decidieron cam– biar el color de Stt bandera, sustituyendo la blanca por la 1·oja. Querían acabar con los ricos, y también con los pobres, despojando a los p1·imeros y deparando a los segundos Jo ne– cesario y conveniente para una vida más holgada que la ac– tual. Había que derrocur al gobierno central y a todos sus representantes en las J)rovincias, para implantar en su lugar consejo de soldados y paisanos, en quienes estaba la verdade– ra y legítima representación cl1ina. El ejército rojo al que servía en su calidad de médico farmacéutico iba de triunfo en triunfo, y me señaló los más ruidosos obtenidos hasta aque– lla fecha. Su jefe era Wang-tai-txi.. 54. - Por qué cambió a.~ chaqueta Wang-tai.txi. Mientras viví en com1midad cou los rojos 110 supe los mo· tivos que indujeron a nuestro general a cambiar de e.baqueta, tornáuandose de blanco en colorado. De vuelta ya en King– yang algo he sabido sobre el particular. aunque 110 con la de– bida claridad. El jefe de la policín ur]Jana de esta población · me dijo que Wan g-tai-t.xi debía de ser el mismo que siendo. coronel de los regulares hace próximamente clos años ase.sinó el pastor protestante de Pingliaug, orhmdo de S-uecia, junta– mente con otros dos perso11ajes, norteamericano uno y japoné.<; el otro. A los respectivos cónsules extranjeros les faltó tiem– po para intervenir en el asunto, pi·esentando sus protestas y 1·eclamaciones ante el gobierno nacionalista de Nantxin, el cual ordenó que los asesinos fueran detenidos y severamente castigados. Los crimenes se cometie¡,:on cerca ele Sianfu. He ahí cuándo y por qné se pasó W,mg-tai-txi al bando rojG. -70-

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