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vincia vasc.o-n'!lvano-aragonesa, ni a los alumnos de nuesh'o Comi~ariato de Chile-Argentina ni a mis hermanos y parien– tes, ni la adorada patria que Dios we dió, 1ú las pamp,as de la Argentina, ni los fondos de Chile ... sentí algo que me oprimía el corar.óu, y sin 1>oder yo remediarlo, lága-iwas. ar– clientes btotaron ele wis ojos y corrieron por mi rostro . .. Los múltiples peligi·os qne rodean al .Misiouero cautivo haeen qne su rescate sea si no imposible al menos muy dudoso . Lo~ hechos posteriores vinieron a demostrar lo explicable y excu– :sable de a(!ueUa crisis sentimental. Pronto recobré la calnrn y serenidad, acordándome ele la perfecita alegría que describe nuestt-o Seráfico Padre, y de las enseñauzas de San Ignacio de Loyola sobre la humildad. De estos lllaestros de toda mi devoción aprendí a sob1·eponerme a todas las pruebas, cou– tratiempos, pesadurobl'es y amargu.-as, conservando hasta t!I fin el~ lll i aautivcrio la tranquilidad y alegrÍI\ de espíritn . 26. - Andanzas de fray Isidro. No foí yo testigo pi-esencial de ellas. Por eso cedo la pa– labra al P . Bartolomé. "!,lega do a nú re:sideneia misioua 1, no me preoettpé sino de preparar dos jmneotos que nos prestaron los cristianos. Se colocaron sobre ellos fray faidro y UJ1 fií– mulo, y continuaron su viaje con la zozobrn y prisa que se dejan entender. Llegaron al pueblo (K:ing-yang) muy ent1·a. da la noche. Pero sufrieron un grave contratiempo. El pue– blo est,\. cercado de 'unos 12 metros de a ltm·a, y las pue1·tas ~staban cenadas. Aunque el fámulo explicó al centinela el objeto urgente de su viaje, se negó a abrirles, por temor de cae1· en Ulla celada. Sólo comintió que subieran por la mn– ralla. La empresa no era fáeil. Pero no había tiempo que per. der. Una hora de tardanza podía costade la vida al Padre Fernando. Alguien que se compadeció de ellos les lanzó des– (le arriba los extremos de una cuerda, y agarrados a ella fueron elevados a lo alto del mu1·0 . .A. la mañana siguiente ya estaba en mi resideucia, trayendo parte de los obsequios cOnl'<•nidos con los bandidos". -35-