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consume en el catecumeuaclo, procurando en cambio el segun– do al primero los géneros que no se pueden obtener en el cam– po. A más de c¡ue no pocas veces se a)'Uclan mutuamente en los quehaceres clel sagrado ministerio. Así. por ejemplo, con– vinieron los dos misioneros en agosto último c¡ne el de King– yang aclmiuistrara la parroquia de Sauxelipú dm-ante los me– ses ele octubre y noviembre, mientras el P. Bartolomé visita– ba a sus crfatianos de las capi1Jas lejanas y secundarias . 4. - Mis excursiones hacia. la. Tarta.ria.. Dejanclo mi puesto de Bling-yang al cu.iclado del diligen– te constructor de obras fray Isidro de Art,ízcoz, Pmprendí los primeros días del pasado septiembre mi viaje de explo– ración por la parte N. O. del distrito, cfüpuesto a llegar, si fuera necesario, a la parte septentrional ele la gran muralla china, a fin de dar. ele acuerdo con l?s mision.eros de Gobi, una gran batida al mokui por el sur y por el norte a la vez. Llegué sin noveclacl a Laoyeling. En el camino recorrido ob– servé con sorp1·esa que aquellas pobres gentes, al vernos a mí y a mi c1·iado, h1úa11 precipitadamente abandonando sus casas y campos, y se escondían en las grietas o hencliclm-as de los barrancos. Nos debieron de tomar por bandi<los muy peligrosos. Es de notar que hasta entonces ~-o había viajado poi." aquellos andtu·riales siempre a pie, llevauclo las cosas ne– cesa1·ias para la celebración de la $anta l\Iisa en un modesto jumentillo¡ pero esta vez, desechando de mi me11te el teme– roso fantasma ele los thugs iba cou dos Jllulas. En estas an– danzas por regiones desconocidas comprendí muy pronto que no había correspondencia entre lo que había leído en los li– bros~- lo que me euseüc1ba la realidad, entre lo que consta en los mapas y Jo ciue estaba viendo sobre el teneno; y sobre todo (y esto es para mí lo má:s interesante) q1w la línea divi– soria de las proviocias de Kansn y de $hensi uo pasa por los lugares qne se indican en las geografías. R~corrí la pa'l:te superior clel río Lo-ho. pasando por la laguna de Kintang . Es uua meseta preciosa, espaciosa y fértil. y al parecer pacífi<,a. Los días que permanecí allí, no vi signo cristiano, ni en los. caminos ni en las casas, ni en las personas. Evidentemente -12 -

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