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guramente ta solemne y triunfal de Nuestro Señor en .Jeru– salén el Domingo de Ramos. En la casa misional uo l1abfa el menot· barrunto ni sospecha de mi proximidad cuando me presenté a la pue1-ta. El comandante l1onró cou su presencia mi humilde casa y mesa, sazonando uuestra pal'ca refeccióu con amena e interesante charla. Al día sigtúente comenza– ron las visitas qi1e continuaron sin interrupción casi dos se– manas. Por la mañana despedí cariñosamente a mi'> liberta– dores, haciéndoles algunos pequeños obsequios en la medid;¡ q11e me permitía mi condición de pobre misionero, má.s como expresión de mi buena voluntad qne como remuneración de sus servicios, que no tenían precio. A la sazón no había iún– g(m misionero ni en Kiug-yang- ni en Sanxe)jpú. El P. Bar- 1 olomé y fray Isidro se habían retirado a Sin-feng corno a lugar más seguro. Pero como entre nosotros las bi1enas noti– cias corren tanto como las malas, aqi1í e.staban los dos la mis– ma tarde de este día 9 de enero, y con pocos días de intervalo vinie1,on los demás misioneros a congratularse con el ex-cau– tivo. Por t.an fausto motivo se celebraron festejos religiosos en todas las residencias de la Prefect.ura en acción de gra– cias al Todopoderoso. Hermoso concie1·to de laudes eu el que yo no era más que un pretexto insignÜicante. .. 87. - Castigo de San Francisco. En el cambio de impresiones que tuvimos los tres compa– fieros en nuestra caverna apenas t·ecluídos en ella por nues– tros apresadores decía el P. Bartolo.mé a Fr. Isidro: "Esto no ha de quedar así. Nuestro Padre no puede abandonar a sus hijos. Tiene que J1acer aquí una ele las suyas. ¡ Y la ha– rá! ¡ Vaya si la hará! ¡ Veremos a quién le toca el cordonazo!". Si el general de tln ejército es, como cabeza del mismo, res– ponsable de cttauto obren sus suborclmados, el respoJ1sable ele los robos, saqueos y atropellos perpetrados eu Sanxelip1í er a !ll seling Wang-tai-txi. Pues bien . Este jefe rojo l1a pagado sus crímenes con su vida. Entregado poi· sus mismos amigos a los jefes del ejército regular, ha sido juzgado, sentenciado a mnerte y pasado por las armas. La ejecució11 ha tenido lu– ga1· en las cer canías de Sianfu. Ignoro todavía los motivos -117 -

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