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NONA No ser largo en el sermón Nunca te alargues mucho en tu predica– ción. Los sermones de Cuaresma, Ejercicios, Mi– siones, etc. no deben, en mi concepto, pasar de tres cuartos. de hora; los panegíricos no deben durar más de media hora y las pláticas no exceder de quince o veinte minutos. Reconozco que esta regla podrá tener ex– cepciones; pero no serán muchas, ni deben serlo. ¿Qué hace un predicador en el púlpito cuarenta y cinco minutos después de haber subido a él? La verdad, ;no lo sé. ¿Qué no se puede decir en tre.s cuartos de hora? Lo sufi– <eiente para causar los efectos que el orador pretende con .su discurso, enseñar, persuadir y conmover. ¿A qué seguir, pues, adelante?

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