BCCCAP00000000000000000000212

70 que en la ausencia de tu dulce compafíero con tus cantos entretienes y recreas a viandantes y viajeros, canta, canta tus canciones, lanza al aire tus requiebros, y consuela a aquesta Madre dolorida que de pena desfallezco. Tuve un hijo rubicundo que era hechizo de los cielos, alegría de los valles, de las gentes el encanto y embeleso. Era vida de mi vida era cuerpo de mi cuerpo, dulce imán de mis amores, de mis ojos lumbre y fuego. Nueve meses lo guardé en mi virgen claustro al abrigo de rencores y recelos, pero ayer sus enemigos de coraje y saña ciegos le prendieron y cargaron de cadenas y de hierros; le azotaron con cordeles, con espinas la cabeza le ciñeron, y con clavos esquinudos le clavaron en un leño. Aún mis ojos le contemplan moribundo acostado en el madero, la cabeza atravesada por espinas, arroyados por la sangre sus cabellos, horadados sus benditos pies y manos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz