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54 Y cual leones a la cruz se llegan y crispados los rostros criminales sus furores satánicos despliegan mientras que con blasfemias infernales al Señor del Empíreo maldicen y con risas diabólicas le dicen: «¡Ea! si con engaños y mentiras a mil enfermos la salud tornaste y si del turbulento mar las iras con embustes y hechizos amansaste, muestra, que brilte ahora tu heroismo salvándote si puedes a Tí mismo. Si es cierto que con sola una palabra echas a tierra de Satén el templo y con otra su máquina se labra, ostenta tu poder con un ejemplo; puesto que Tú eres Dios omnipotente, de la cruz baja en la que estás pendiente. Si Tú eres el Mesías prometido que tanto nuestros padres desearon, y si eres de Israel el rey ungido que ha tiempo los profetas anunciaron, baja sin vacilar de ese madero y de David serás et heredero.» Al oir tan sacrílego lenguaje se estremece la tierra avergonzada /