BCCCAP00000000000000000000212

y a impulsos de la alegría su cuerpo todo latiendo así de Jesús se queja con amorosos acentos: «Nó me mires, hijo mío, no me mires, te lo ruego, porque ¡ay de mi!. si me. miras de alegría desfallezco.» Volvió a sonreir Jesús y a dormir volvió de nuevo con suavidad y dulzura en su interior repitiendo: «No me mires, Madre mía, no me mires, te.to ruego porque ¡ay de mi! si me miras de alegría desfallezco.» 45 Fuentertabía 4 Enero 1916. ;-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz