BCCCAP00000000000000000000212

VI Para evitar que el espacio tienda su manto funeral sobre el hermano arnadí– simo del alma, se levanta este pequeño monumento con los mtlteriales de su ma– logrado ingenio fabricado. Para impedir que los crudos fríos del olvido agosten esa flor arom::ítka trasplantada por Je– sús a los encantadores jardines de la Gloria, os ofrecemos estas florecillas, es– tas siemprevivas nacidas al calor de su ternísimo éorazón, corazón que latía por todo lo grande, por todo lo bello. ¡Qué ansias las suyas, qué ardores, qué entusiasmos por el Seráfico P. S. Fran– cisco y por todas las glorias de la Orden! Loco, loco estaba por la religión del Poverello pero loco, como él cantó de Rogerio Bacón: Con la célica locura que enloquece a los ingenios. El que ésto escribe, conserva en su po– der algunas de sus cartas, reveladorns del amor que por nuestras cosas sentía. «Recoge, escribía, lodos los cuadros, tar– jetas, estampas, etc. de S. F-rancisco, porque estoy haciendo una colección de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz