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corazón?". Es vuestro, Señor, enteramente vuestro. Pues si es mío, qµiero colocarlo dond~ debe estar. Y ensanchando en– tonces la llaga de su costado, y mostrándole su propio cora– zón, encerró en él el de su sierva Verónica. Con gran asombro de los médicos, cuando se hizo la au– topsia a su cadáver, no se encontró en su pecho, en lugar dg corazón, más que los instrumentos de la Pasión, formados por nervios y músculos, bien distintos y palpables, en todo semejantes a la imagen que la misma Verónica había dibuja– do antes de su muerte. Durante cincuenta c.ños sufrió y se inmoló en el claustro esta esposa pi-ivilegiada de Jesús. Estuvo encargada veinte años de la formación y dirección de . las novicias, entre las cuales brotó una flor toda celestial, F1orida Cevoli, cuyos perfumes se unen a los de su maestra, émula de su santidad, colmada también de dones los más excepcionales. Después gobernó la Comunidad como abadesa durante once años, hasta su muerte, y fué aquel convento un huerto de flores exquisitas, donde Jesús tenía sus delicias. El 9 de julio de lí27 tuvo fin su Pasión, y la esposa de Cristo fué a tomar lugar en las bodas del Cordero. Beatificada el 8 de junio de 1804, fué canonizada por Gregorio XVI el 26 de mayo de 1839. 15. - BEATO BERNARDO DE CORLEON. CAPUCHINO (1 604 - 1694) El Beato Bernardo de Corleón es un convertido, un peni– tente, que vino a ser en la Orden un prodigio de mortificación. Faltaría una nota de perfección seráfica, si no hubiera en ella la de la expiación dolorosa, de la contrición y de las austeridades reparadoras. Nació en Corleón el día 6 de octubre de 1605, siendo bautizado el mismo día de su nacimiento, y recibiendo en el bautismo el nombre de Felipe Latini. Ejerció con su padre el humilde oficio de zapatero. Era un hombre bien formado, de elevada estatura y de gran vigor físico, y a la vez violento, - 55 - J