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v1a1e, me voy al Paraíso". Declarósele una angina de pecho; las cns1s se sucedían. pero él no se preocupaba de ello, ni aflojaba nada en sus aus– ':terioridades. "Es que se acerca la :nuerte" -decía-. Sentía mucho frío, y sin embargo quiso salir a la ciudad -a hacer la limosna. A su vuelta tuvo que retirarse a la cama, <liciendo a todos: "Es el frío de la muerte el que me invade". No se creía, y se vacilaba sobre administrarle los últimos "Sacramentos. "Dadme a mi Dios" suplicaba él con insistencia. _Accedióse a su demanda, y recibió ~l santo viático, pero no ]a extrema unción, que él no cesaba de reclamar. Por obedecer él se calló, pero pronto fué presa de un -espasmo; abrió los brazos en forrr:a de cruz, y cayó inmoble ,sobre el lecho. Se acudió con toda prisa, lamentando lo ocu– -rrido, y se le hicieron las unciones, creyendo que se hacían -sobre un cadáver, pero de pJ:onto ~-e reanimó su rostro, entre- -abrió su boca para dejar escapar un suspiro, y luego se le 'cerraron los ojos. :-;E,:ta la muerte que había llegado. Quiso .Dios mostrar que haBfir recibido todos los socorros, que _ tan -ardientemente había deseado. Tuvo lugar ese hecho el dfa 12 -de octubre de 1604. Fué beatificado por Benedicto XIII. y canonizado por Cle– :mente XIII en 1767. 12. - SAN CONRADO DE PARZHAM, CAPUCHINO (1818 - 1894) Nació Fray Conrado en la pequeña aldea de Parzham (Bav,iera) de padres verdaderamente cristianos. Recib[ó el -bautismo en el mismo día de su nacimiento, no por peligro alguno de su vida, sino por los s~ntimientos de viva fe de -sus_devotísimos padres, que así _lo hacían con todos sus hijos; ,éste fué el noveno de - ellos; le pusieron en el bautismo el _nombre de Juan. Sus padres Bartolomé Bindenler y Gertrudis Niedermaier _eran labradores bien acomodados, y sabían unir <:on estrecho lazo la piedad y el trabajo, "Rezan todns juntos -4ó -
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