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de amor intensísimo a Ntro. Señor Jesucristo y a su Santí– sima Madre la Virgen María. j Cómo hablaba con ellos, cómo se expresaba, con qué locura de amor! No se había instituído todavía la fiesta del Corazón de Jesús, ni se pensaba en insti– tuirla, y j cómo habla él acerca de ese Corazón Divino! "Ya que hemos llegado al dulcísimo Corazón de Jesús, bueno es que permanezcamos aquí, y no permitamos que se nos arran– que de él. . . j Oh qué bueno y deleitable es habitar en este Corazón! Renunciaré a todas las cosas, cambiaré todos los pensamientos y sentimientos de mi alma, lanzando todo mi querer al Corazón de mi Señor Jesús, el cual sin duda algu– na me alimentará .. . " . (Segundas lecciones del Oficio del Corazón de Jesús). Y a la Santísima Virgen j cómo le hablaba! "j Oh roba– dora de corazones! tú m~ has robado el corazón, dime dónde le has puesto. ¿ Lo has colocado junto al tuyo? Guárdalo, guárdalo ahí, y llénalo de tu amor". En el Capítulo Gene::al habido en Roma en 1257 fué ele– gido Ministro General de toda la Orden, y la gobernó durante ] 8 años, con tal sabiduría, prudencia y santidad, que se le podría considerar como segundo Fundador de la misma. Y con todo y ser tan sabio y tan santo, .y ser o haber sido Superior .General de la Orden, era su humildad tan grande que no reconocía límites. Véase el hecho siguiente: Un día, durante la oración de la mañana, se grabó de tal modo en su alma la grandeza :le Jesuscristo y la bajeza de su ser, que, a pesar de amarlo tanto, no se atrevía a subir al altar para celebrar la misa. Así estaba él en una ansiedad angus• tiosa, cuando, al quebrar -la hostia el sacerdote a cuya misa asistió, un pedacito se desprendió de ella y fué por el aire -algún ángel invisible lo llevaría- fué a colocarse en los labios del Santo; con lo que quiso Dios demostrar cuánto le agradaba su humildad · y el placer grande con que venía a su alma. Llamado al Concilio de Lyón por el Sumo Pontífice Gre– gorio X, y creado Cardrnal Obispo de Albano, fué como el alma de aquel Concilio por encargo especial del Papa, y con– siguió, aunque no más que temporalmente, la unión de los - 20-

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