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a Dios -escribe al Sr. Irigoyen, alcalde de Oyarzun- el que procure arrancar de las garras del mundo y del demonio el mayor número posible de niños inocen– tes, listos y sanos, para ser educados moral y científicamente en este Santo Co– legio. Mas, como son muchos los pretendientes, agredeceré me avise si alguno desea ingresar, a fin de guardarle un puesto" 121 • El 28 de noviembre viaja a Madrid con su secretario particular, Fr. An– tonio de Sasamón. El Gobierno le adeuda una fuerte cantidad en razón de la procura misional. Una vez en la villa y corte, espera hacer efectivos los cobros y resolver otros varios asuntos, "aprovechando las 'buenas disposiciones del nue– vo Gobierno, varios de cuyos Ministros son amigos y bienhechores desde hace muchos años" 122 Acaba de ser sustituido el Gabinete Sagasta, el 3 de diciembre de 1902, por el conservador Franciso Silvela. Las esperanzas cortesanas tornáronse hueras, puesto que meses adelante confiesa que el Gobierno español continúa adeudándole más de 20.000 duros. Por el momento la Divina Providencia acudió nuevamente en su ayuda, con do– nativos sustanciosos, como las 10.000 pesetas del padre de dos alumnos educa– dos en el colegio, uno de ellos religioso profeso. La deuda recrece. Y es un Gobierno, de los tenidos por anticlericales, el de Segismundo Moret, el que inserta en el presupuesto de gastos la partida correspondiente por un importe de 100.072'60 pesetas. Atribuye Llevaneras, no sin razón, el éxito de sus solicitudes, al valimiento de D. Antonio Maura, que no necesitaba ser ministerial para hecerse notar. "El negocio de los haberes de Ultramar, está resuelto satisfactoriamente" -puede al fin reconocer Llevaneras en carta al P. Andermatt 123 • Y se lo comunica con simplicidad, sin una respira– ción profunda de alivio. Nunca se sintió asfixiado Llevaneras por razón econó– mica. Pero si él. cumple con los misioneros, es de razón que el Gobierno obser– ve su compromiso. En solamente seis años, hasta el de 1903, había remitido, con destino a las Carolinas y Palaos, "por lo menos 22 expediciones de víveres, ropas y otros artículos de primera necesidad, en 400 bultos embarcados en Barcelona y Cá– diz",cuyo importe no se valoraba en menos de 20.000 pesos duros, a que de– bían agregarse los 16.037 entregados en efectivo, durante el mismo período, al superior de Manila, P. Alfonso de Morentin 124 • Por otra parte, nunca escatimó gasto en cuanto se considere útil o con– veniente para la buena marcha y creciente prestigio de su obra predilecta, el Colegio de Lecároz: dota los gabinetes del más moderno material escolar, se- 121. J. Llevaneras a D. Ceferino lrigoyen, padre de Fr. José M' de Oyarzun; Lecároz, 20 de agosto de 1902: Correspondencia del P. José M' de Oyarzun: A.P., Burlada. 122. J. Llevaneras-B. Andermatt; Madrid 10 de diciembre de 1902: AG, G-62, D.N.En el Gabinete Silvela fueron ministros D. Antonio Maura. de Gobernación y el conde de Vadillo, de Agrucultura: ambos muy bien relacionados con los PP. Llevaneras y B. de Cieza. 123. Lecároz, 21 de diciembre de 1906; en la de 24 de noviembre había comunicado al P. Andermatt el honrado proceder de un Gobierno anticlerical y el buen influjo mediador de D. An– tonio Maura: AG, G-62, Procura. La deuda reconocida por el Gobierno español se repartía en 86.285,40 pesetas para haberes personales de los misioneros; 3.230,25 " por atracción de los in– fieles "; y 10.556,95, atenciones del culto. 124. J. Llevaneras-Andermatt; Lecároz 13 de marzo de 1903: ACS. 111-1. Restauració. 86

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