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a fin de que nada trascienda; porque si llegase a conocimiento del P. Levane– ras su recurso, podría armarle plei:o como lo hizo con otro fraile. Algo debió filtrase de su querella; porque en víspera de disolverse el Dis– trito se le entregó obediencia para la provincia bética, pretextando deseo del in– teresado, que protestó del atropello y triunfó en la demanda. Al reverso del do– cumento obediencia! escribió el P. Bernardo: ... "hac de causa declarare V:)lo me numquam provinciae Baeticae aggregari voluisse". Y confirmó el P. Levane– ras: "Ita est, Rme. Pater" 9 º. El P. Bernardo pertenecía jurídicamente al Distrito Nullius, desde s.1 toma de hábito. De los "poco adictos y poco fieles", no districtales por derecho, procu– rará Llevaneras desprenderse a corto plazo, porque cuenta ya con 18 ::mevos sacerdotes y con un excelente plantel de hermanos legos y no pocos aspirantes 91 • Según estadística que presentó el P. Victoriano de Larráinzar a la "Fe– cunda Parens", profesaron en el Distrito Nullius (años 1896-1907) 96 clérigos y 42 hermanos legos. No debió de ser tan ingrata la convivencia bajo la férula del P. Llevane– ras, cuando tantos le recordaron con agradecimiento co::-dial. El P. Fernando Olmedo de Santiago, que había ejercido la profesión de abogado antes de vestir el hábito seráfico, escribe a sus familiares: "Nunca he visto más alegría ni más armonía, ni más felicidad que entre los frailes" (Lecároz, noviembre de '1900). "<LECAROZ! <El Colegio Seráfico de LECAROZ! ~Los colegiales de Le– cároz? Ved aquí, amadísimos niños, el asunto de todas nuestras conversacio– nes... ¿Créeis que hay muchos Colegios como el de Lecárcz? Pues, creedme que no se encuentra uno semejante, no en España, sino en todo el mundo, tan bien organizado, con tan buenos planes de estudios, en que en tanto se estime. la vir– tud y la laboriosidad y en donde tanto se cuida no sólo del bien espiritual, sino del temporal" 92 • Nostalgia del uno y optimismo del otro, que refrenda el propio fundador y rector: "En el Distrito gozamos .de paz y sosiego admirables; y salvo rarísima excepción, entre los hijos del mismo y sus fieles y constantes cooperador~s, que en él existen desde su fundación y en él quisieran morir, si Dios quiere; hay tal conexión de ideas, sentimientos aspiraciones y espíritu apostólico que nada hay que temer dentro del mismo.. . y evite (P. General) que los de otras provincias se acerquen a nuestras casas"; porque los que han pasado por el Distrito se des– pacharon con los jóvenes en comunicarles "noticias y miserias de sus provin– cias y superiores" 93 • Entre esas rarísimas excepciones a que alude el P. Llevaneras tal vez haya de contarse aquel Fr. Eustaquio de Hernani, corista de votos simples, que acu– de directamente al P. Andermatt, "porque el padre catalán no me inspira nin- 90. P. Bernanrdo de Azpilcueta al Min. Gral., Colegio Seráfico de Lecároz 7 de febrero de 1904; respuesta, Roma 20 de sept. 1907 AG, G-62, D.N . 91. Epistolario del P. Fernando Olmedo de Santiago, seleccionado por el P. Crisóstomo de Bustamante; Madrid, 1968, p.37, 160, 184. Crónica de B. Cieza, 4 octubre de 1902. 92. Fr. Francisco María de Santibáñez a sus antiguos compañeros de Lecároz; Colegio Apostólico de El Pardo, 21 de diciembre de 1898: ACS, III-3-1 , Restauració. 93. J. Llevaneras-Andermatt; Lecároz IS de enero de 1902: AG, G-62. 69

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