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Los días 12 y 13 de octubre de 1891, en vísperas de la inauguración ofi– cial del Colegio o Escuela Seráfica de Lecároz, celebra su III sesión el defini– torio provincial de la provincia capuchina del Sagrado Corazón de Castilla, "en este Colegio de Nª Sª del Buen Consejo". Lo integran el min. prov. Joaquín Mª de Llevaneras y sus asesores (definidores) Bernardo de Artica, Pablo de Béjar, Ladislao de Rionegro y Pío de Antillón. Precede a las deliberaciones un discur– so del P. José Calasanz de Llevaneras, hermano del ministro provincial, visita– dor delegado por la curia romana capuchina, con amplias facultades. Oídas sus consignas, "fueron propuestos, maduramente examinados y aprobados" unos principios relativos a los colegios de formación, con primacía el de Lecároz. Aquella alarma que pudo costar al P. Angel de Villava su promoción (des– tierro) misional al Ecuador-Colombia, por haber criticado la presunta suntuo– sidad del nuevo edificio 24 y aquel carácter utópico que atribuyó al proyecto el párroco de Irurita D. José Tomás de Córdoba 25 , parecieron aflorar, como preo– cupación obsesiva, en aquellos definidores. Aceptaron lo realizado, por las ben– diciones apostólicas que protegían la obra y por el refrendo que le dio el Min. Gral., P. Andermatt, en su visita del mes de octubre de 1889; pero "conside– rando que dicho edificio no es ni puede ser una simple Escuela Seráfica, des– tinada sólo a fomentar las vocaciones de una naciente y reducida Provincia, pues la extensión de su fábrica, el número de sus salas y celdas, la considerable amplitud de su fértil huerta permiten y exigen un número de alumnos que sería más que suficiente para proveer a muchos noviciados, y no es posible que tantos alumnos presenten todos garantías de vocación taxativamente capuchina; visto que los grandísimos sacrificios hechos por los bienhechores han tenido por objeto algo y mucho más que la provisión de un simple y único noviciado, pues los fieles han querido con sus cuantiosas limosnas hacer obra de apostolado cató– lico, uniendo a la vez en sus favores la vida religiosa a la apostólica; y ambas a la enseñanza cristiana de los jóvenes del Baztán y valles vecinos... la Defini– ción juzga deber de gratitud y de verdadera justicia e inevitable compromiso completar moralmente lo físicamente hecho" "El título de esta Casa será: COLEGIO SERAFICO DE ULTRAMAR, bajo la advocación de Nª S." del Buen Consejo. Forman parte del Colegio Se– ráfico sólo los alumnos internos, quienes estarán totalmente separados de los externos" . El patronazgo de Nª Sª del Consejo se debe a sugerencia del Papa León XIII, como respuesta al plan fundacional del P. Llevaneras, que no tardó en dirigirse al santuario de Genezano, en donde adquirió el cuadro central del re– tablo mayor (único respetado por los reformistas), realzado por Fr. Antonio de Vera con los ángeles tallados entre torbellinos de nubes. Llevaneras se comprometió desde un principio a abrir un externado para los hijos del Valle de Baztán. En Roma le dieron el visto bueno y hasta convi- 24. Sospecha el P. Angel de Villava haberle podido malquistar con el P. LLevaneras su dictamen poco favorable al proyecto, por parecerle demasiado ostentoso para Escuela Seráfica P. ANGEL DE VILLAVA, "Cuaderno 3º de los sucesos más notables acaecidos durante mi vida apos– tólica", p.57... Archivo Capuchinos Pamplona-Extra-muros (A.P). De "regia morada o alcázar de magnates" calificó un periodista aquel "inmenso edificio". 25. Irurita, 15 de octubre de 1887: ACL, A-1. 36