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mesas, que no constan en "Limosnas", pero que parcialmente registra Fr. Ber– nardo; fueron no pocos los donativos del clero y pueblos de Baztán y, en me– nor proporción, los de los "pueblos de la regata" y "familias de Cinco Villas". La cantidad recaudada desde 9 de marzo de 1888 a 7 de septiembre de 1889, en "Limosnas para el Convento-Colegio" suma reales 617.880,55, de los cuales son 313.877,18, aportación personal, o por su orden, del Rdmo. P. Joa– quín Mª de Llevaneras. Pocos días antes de la última fecha del registro de limosnas declaraba S. Rdma., en carta a un supuesto socio protector, que se habían invertido en la obra unos sesenta mil duros, esto es, como 1.200.000 reales, aproximada::nente. Y no parecen afligirle deudas, sino falta de recursos para dar término y :.;abo a lo emprendido. Va fechada en Pamplona, octava de la Asunción (22 de c.gosto) de 1889, la carta dirigida a esa alma generosa que, por amor de Dios, se de– termine a tomar la obra "bajo su protección y amparo y ponga sobre ella el timbre de su glorioso nombre in aeternum". Con el fin de estimularle, encarece la trascendencia de un colegio vocacional en una época en la que "tanto ma– quina el masonismo en sus antros impuros, con sus consanguíneos y afines, el liberalismo y el socialismo"; enaltece como garantía de éxito la prosperidad e incremento de la provincia capuchina de España y Ultramar (12 conventos, dos noviciados, 3 colegios de formación de jóvenes apostólicos, la Escuela Seráfica. de Montehano, "jardín de flores celestiales") y concluye con el dicho de un de– voto suyo al despedirse de este mundo: "Lo que gané, lo gasté - lo que guardé lo perdí- sólo tengo lo que di..." pues Dios le compensará 17 • El autor de los "Datos Históricos" da a entender que en Madrid había una junta de señoras entusiasmadas con el fervor apostólico de Llevanera~.:. "Mis hijos sellarán con sangre de las venas su misión de redimir a la sociedad mori– bunda". Y luego que giró su visita al colegio en construcción y dictó las en– miendas pertinentes, encaminóse hacia la villa y corte a repartir entre la5 fami– lias adictas las Bendiciones Apostólicas, para in artículo mortis, conseguidas en Roma. "De estas familias sacó muchas limosnas para las obras". Doña Petro– nila (ilustre dama debe ser, cuando el cronista anónimo se limita a dar el nom– bre) debió de largarle dádiva tan generosa que sin vacilación accedió a si:. deseo de un altar dedicado a Santa Petronila, para cuyo ornato regaló seis grandes candelabros de metal (que suelen ponerse en el altar mayor), manteles y alfom– bra. Y Dª Petronila, en nombre y en presencia de las señoras de su círculo so– cial, informó al Rdmo. acerca de la munificiencia y religiosidad de une. califi– cada ausente: la duquesa de Pastrana. A su eventual residencia de París dirigió Llevaneras carta oportuna y fotografía de los seráficos de Montehano. A vuelta de correo recibió un cheque por valor de 5.000 duros y promesa de otros vein– te mil en término de dos meses, con la súplica de que San Dionisio Areopagita, su patrón, tuviera lugar preeminente en el retablo del altar mayor. AJ verano siguiente -continúa el autor de los "Datos Históricos" - se 17. Pamplona, octava de la Asunción de 1889. "El interés de la gloria de Dios..." "Fr. Joa– quín M. de Llevaneras, Min. Prov. Cap. Esp." (rb.); seis páginas manuscritas, en que :epite el lema "¡Dios los quiere!": ACL, A-6. 31