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ra de la familia lecarocense, al enterarse de lo que se venía tramando, sintióse hondamente intranquilo y hasta temió, que si lo autorizaba, cayera sobre él al– guna admonición del Sr. Nuncio o del Sr. Obispo de Vitoria, porque "es muy difícil salirse del marco establecido por la costumbre, sin exponerse a que– brantos". "¿Qué impresión harán unos religiosos en el campo de fútbol? Tampoco los niños, en aquel bullicio apasionado, van a ver ni oír cosa de edificación. Si hay seglares que quieran acompañarles, santo y bueno; en caso contra::-io, que los religiosos acompañen a los niños hasta la entrada del campo y se retirer. al convento de Fuenterrabía", hasta el final del partido. En todo caso, que se aten– gan en el Colegio de Lecároz a lo que practican los padres jesuitas, "que tienen para estas cosas ojo más certero c;.ue nosotros" 1 "Llegó tarde su prohibición de asistir al fútbol -responde el P. Eusebio al min. prov.- que es el espectáculo más simpático para los alumnos; están ya comprometidas las entradas". Los muchachos de Deusto han jugado y juegan con equipos de primera en S.S., Irún y Bilbao; y les acompañan los pc.dres je– suitas que aplauden y animan a los suyos. La excursión del día 5 resultó un éxito: alumnos y padres de alurr;nos, fe– licísimos; acompañaron dos religiosos profesores por cada vagón y pasaron inad– vertidos en el campo, porque les colocaron discretamente bajo las tribuncs altas 2 • El sucesor del P. Beriáin en la prelatura provincial, P. Ildefonso de Ciáurriz, apela a los Sagrados Cánones hasta para un partido entre colegiales de Lecároz y un equipo de Pamplona. Sabe que algunos curas asisten; ;,ero no lo más selecto del clero. "Y nosotros, por nuestra profesión, somos lo más se– lecto del clero". No halla inconveniente en que acudan los colegiales; aunque le parece que no es propaganda sino antipropaganda, porque la afición al deporte bien puede estar en razón inversa de la afición al estudio. Con el fin de prevenir toda mala consecuencia, prescribe, en la ordena– ción tercera de su visita canónica; "Prohibimos que los colegiales sean enviados a tomar parte a representar, fuera del Colegio, partidos de foot-ball y demás deportes, sin licencia, in scriptis, del P. Provincial"3. Barreras no infranqueables, pero que, abatidas, causan menos molestias. Por sí mismos se fueron disipando tales escrúpulos. Merced a los buenos ofi– cios del P. José Miguel se concede al cronista colegial y a la comisiór de fes– tejos la entrada en el campo de fútbol de San Sebastián para presencia:- el par– tido España-Francia, de fuerte emoción patriótica (28 de enero de 192J1. Y por el gran interés que venía despertando el equipo colegial, se anuncia en la pren– sa navarra, con titulares llamativos y amplia fotografía, su próximo enfrenta– miento, el 2 de abril, lunes de Pascua, con el Osasuna; hojas volantes a todo color y recia tinta, por cafés y bares; entradas de tribuna a 2, 15 pesetas; paseo l. P. Joaquín de Beriáin, min prov al P. Eusebio de Azpilcueta, rector; Pamplona, 3 de abril de 1921: ACL, J-74. 2. P. Eusebio de Azpilcueta, rector, al min prov P. Joaquín de Beriáin; Lecároz., 2 y 5 de abril de 1921 : AP, Lecároz-5. 3. Ordenaciones de visita; Lecároz, 23 de julio de 1922: ACL, L (visitas). Actué de secre– tario el P. Pascual de Pamplona. La carta en que apela el P. Ciáurr:z a los Sdos. Cánones, rela– tivos a los espectáculos públicos, fechada en Estella, 20 de marzo de 1922: ACL, J-79. J-79. 297

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