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Se libran órdenes de pago por 4.000 reales (18 de nov. 1890; l de marzo y 19 de abril de 1891) en favor del bilbaíno Tomás Llona, "por sus trabajos en la iglesia". De Bayona se hace venir a un B. Genot, para el remate de la torre, campanario chapitel, por lo que se le asignan el 4 de septiembre de 1890, como último abono, 6.960 reales. En 31 de mayo del 89 reciben su primer sueldo otros dos especialistas, procedentes de Irún, encargados del reboque y planeado de la fachada: Fran– cisco Temprano y Juan Alpont. Y el primero de julio se abonaron 84 reales de arancel parroquial por sus honras fúnebres . Había tenido D. Juan la desventura de desgalgarse del andamio y desnucarse. Al síndico apostólico, D. Joaquín Pla– za, dio orden el P. Llevaneras de entregar 1.108 reales a la viuda de Alpont, Bárbara Chantre. Superan la simple categoría artesanal el arquitecto de San Sebastián, D. Manuel Echave, en cuyo favor se registra una cuenta por 600 reales; y los es– cultores y tallistas que colaboraron con el imaginero místico Fr. Antonio de Vera. Fue el primero, cronológicamente, Manuel Sucará, bilbaíno, que trabaja en calidad de escultor desde el 22 de septiembre de 1890 a 23 de febrero de 1893, por 16 reales al día; se le asocia en octubre de 1890 otro bilbaíno, Ra– món Font, al que se incluye sucesivamente en el grupo de los escultores y en el de los tallistas con salario de 22 reales por jornada; y un tercero, Eduardo Gasteliturri, tallista (oct. 1890-oct. 1891), como Silverio Beracochea (temporero de 1890), los cuales se atienen a los 16 reales diarios, al igual que Antonio Man– viell (dbre. 1891-23 enero 1892) y Santos Prieto (1892); Angel Torrero, inclui– do entre los tallistas desde 15 septiembre de 1890 a 25 de febrero de 1892, me– jora su salario de 12 a 14 reales, con los que pasa al rango de escultor desde el 2 de mayo de 1892 al 16 de septiembre de 1893. Escultor del Nervión en todo tiempo, fue Pedro Torrontegui (Carrontegui en los primeros asientos de Fr. Antonio), agraciado con 16 reales diarios desde noviembre de 1892 a sep– tiembre de 1896 y con los 20 hasta su despedida el 22 de julio de 1899. Si las vigas y tablazón se labran de madera de Ulzama y de la regata, se importan de Bayona (Larribie're, Lartigue, Mesplide) listones, así como pernos y bisagras; Castaing de Vera y Carlos Labeyrie de Inín proveen también de lis– tones; de hierros, Canuto Mina de Vera y Vergara Jáuregui de Mondragón; Si– món Irazoqui, de Vera, proporciona la verja de hierro y Juan Olagaray, de Ur– dax, tornea y emplaza la gran balaustrada conventual; ladrillos y tejas, de la G. Tejería Mecánica de Pamplona y, en menor proporción, de Elvetea (Habans); por el pararrayos se abonan a Julián Torres, de Bilbao, 2.026 reales, de acuer– do con s/ factura de 9 de febrero de 1901. Derechos de portazgo hubieron de satisfacerse, en Irurita y en Mugaire, por la importación de artículos procedentes de Bilbao, de San Sebastián, de Vera de Bidasoa; por la primera partida de tablas procedentes de Ulzama se entregaron al receptor, José Nuin Osácar, 345,60 reales, en concepto de dere– chos de consumo. Portazgo en Irurita, 44 rs, por cal de Aniz (8 enero 1890). Cuando se planeaba tender la cubierta sobre el colosal edificio de 5.400 metros cuadrados de solar, en cuyo alzado venían trabajando "de 160 a 230 ope– rarios", vuelve Llevaneras a recurrir a los amigos y bienhechores, por habérsele agotado todo caudal: hasta el presente, y merced a los "generosos donativos (s.o.) 28

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