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letismo...) becas, etc. Su generosidad anual había sobrepasado, en el curso 1986-1987, los dos millones de pesetas. Organo informativo, la revista "Comu– nidad Educativa". Contribuyó con 800.000 ptas. a las diversas realizaciones del Centenario. Era Rector del Colegio durante la etapa fundacional y ensayo funcional de la APAL, el P. Juan Bautista Luquin, al que sustituyó, desde el curso 1981-82, el actual, P. Jesús Larrañeta Goldáraz, que podrá informar acerca de la "apor– tación Centenario". Del turno de cargos en la APAL, muy dignos por su competencia y ac– tividad, parece haber dejado especial huella D. Pedro Quevedo, como organi– zador, varios años, del "Zikiro-Jatea", fiesta de fin de curso, solemnizada por más de 600 comensales. ******* Sin aquella periodicidad análoga a la dominical del P. Alzo, se continúa el curso de charlas y conferencias, en un ambiente de campo libre, al margen de las asignaturas programadas y en el centro de la psicología juvenil y de la vorágine social: problemas actuales, previsiones de futuro, inquietudes suscita– das por tantos medios de comunicación, heroicas y moderadas. Deben de considerarse follaje del tiempo pasado, con su tradición un tan– to cenobítica, la práctica de ciertas liturgias y rezos en común; se respeta la li– bertad individual, pero con el acertado sistema de dar una mejor formación a su conciencia. El "IDEARIO" que viene precediendo, año tras año, al Calen– dario Escolar, puede interpretarse como síntoma de esa nueva manera de ex– presar el espíritu tradicional. Incumbe la formación de cristianos libres y responsables en el Colegio a la llamada "Comunidad Educativa", integrada actualmente por la entidad titu– lar, con su rector, tutores, profesores y personal no docente, así como por los padres de los alumnos y por los alumnos mismos, representados por sus dele– gados y vocales de curso. Antaño la formaban el rector, con los profesores, los vigilantes y los her– manos legos, en número superior a 60 por mucho tiempo. Y son muchos, mu– chos, aquéllos de los que los ex colegiales guardan un recuerdo emocionado y agradecido, aunque en algunos casos no hayan sido eficaces protectores de cier– tos manes de menos grata memoria. ¿Qué decir de Fray Junípero, del P. Igna– cio y del P. José Miguel de Aldaz, de los enfermeros Fray Cornelio, Fray Jor– ge, Fray Sebas (con sus actuales sucesores, Fray Gabriel, Fray Lucas), o de los cocineros Fray Vishente, Fray Cosme, Fray Joaquín de Miranda, Fray Isidoro (que por muchos años viva), de los Plaza de Lecároz, de los Olazarán de Este– lla, de los Zulaica?... ¿Y de los PP. Calasanz, Dositeo, Narciso Gil? ¿Y de Fray Demetrio, Fray León, Fray Pachico?... Desde el año 1970 comienzan a incorporarse al cuerpo docente compe– tentes profesores extraclaustrales. Algunos apenas dejaron huella, por la breve– dad de su permanencia. A más de uno sirvió esta experiencia de trampolín para aventurarse por el escalafón del funcionario. En la lista adjunta, confeccionada por el Director Técnico, Claudia Zudaire, se indica únicamente el curso prime– ro del encuadre en el elenco de profesores. Fueron 26 profesores religiosos en el curso 1975-76 con 7 profesores seglares; y se han reducido a 17 aquéllos con 290

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