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A los seis meses de esfuerzos denodados pudieron ocupar celdas en el nue– vo edificio los hermanos legos Fr. Bernardo de Zugarramurdi, Fr. Antonio de Antequera y Fr. Guillermo de Alcoz y desalojar la casi:a contigua de Acho– borroa, cuyo amo, en un nuevo gesto de buena voluntad, accedió a la ve::ita de unos prados, cuya adquisición tanto interesaba al P. fundador para la indepen– dencia ambiental del convento-colegio; medían 11.200 n:.etros cuadrados, por los que se le entregaron 2.000 pesos, equivalentes a 8.00) pesetas, según tasa– ción. "A Fr. Félix no le cabe en el cuerpo el gozo que s~ente" por esta nueva oportunidad de compra 12 • Se conservan cuatro talonarios de órdenes de pago, que comprenden des– de 21 de julio de 1888 a 4 de octubre de 1891. Este es su formulario: "SR.O. JOAQUIN PLAZA, Síndico Apostólicio ce los R.R.P.P. Capu- chinos de Lecároz. "Sírvase V. entregar al dador D.......... la cantidad ce .... Rvn .... céntimos, según aviso de S.S. Lecároz..........de..........de 188.......... "Fr. Joaquín M. de Llevaneras, Min. Prov. (letra impresa). Cada orden va firmada por Fr. Antonio M. de Arrtequera y sellada con el "SIG. PROV. S.S. CORDIS JESU FF. MINORUM CAPUCCINORUM *HISP*" leyenda circular en tomo a insignias de la Pasión, un corazón y ei abra– zo de San Francisco. "VALE POR........RVN y ........CENTS." Más de una vez se vio en un brete el síndico apostólico por no disponer de mayor efectivo, la víspera de abonar los salarios, que un par de miles de rea– les. Afortunadamente nunca faltó un D. Manuel lturria que estuviera a1 quite en caso de emergencia. · Las primeras órdenes de pago, por la semana laboral transcurrida, 5e cur– san en favor de D. Manu~l Bengoechea, maestro de cantería y de D. Antonio Tomasena, maestro de carpintería, los cuales acomodaban a la tabla de jornales del administrador Antequera el prorrateo de la cantidad recibida. A Bengoechea se confían otras consignaciones, como las de los carrete– ros, canteros y caleros. Forman grupo aparte los hermanos Sagarzazu y Lapitz, que se encarga– ron del montaje y ajuste de las ventanas. Hasta su llegada en marzo de 1889 se habían mercado 60 ventanas en Ezpeleta, por 4.320 reales, 21 en Arráyoz, de José Goñi, por 1.596 reales. Trabajaron asimismo en el entarimado, pc•r cuya labor percibieron, en mayo de 1889, la cantidad de 4.800 reales. Cristaleros y estañeros fueron los Faulín (Roque y Tadeo) baztaneses, que emplean mercancía de Elizondo y de San Sebastián; :;,intores, Juan Simón Iturralde y el mondragonés Jacinto Eguren. De vez en cuando estimula el P. Llevaneras a los trabajadores con grati– ficaciones (v.gr. 31 de agosto, 14 de septiembre, 5 de octubre de 1889) de hasta cien reales colectivos y con meriendas en la venta de Echarri (a cargo de Simón Sanz) por un precio no inferior a los 370 reales. Al arquitecto Manuel Echave de San Sebastián se ~e satisface una cuenta de 600 reales. 12. Id. a id., Lecároz, 19 de febrero de 1889: ACL, A-1. 27

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