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bastián, a 16 de junio de 1888, por el arquitecto de profesión Fernando Echeverría 9 . Desde el 10 de marzo de dicho año venía Fr. Bernardo especialmente de– dicado a resolver el problema de la madera; más de la mitad se consiguió gra– tuita, tala y acarreo. Sorprendióse Fr. Bernardo de la porfía con que los pue– blos acudían a su demanda. "Verdaderamente aquello era de Dios" -comenta- . Los lturria de Elizondo regalaron 30 robles; otros tantos los Gaztelu de Irurita; 20 el párroco Aurquía de Arizcun; las dueñas del palacio de Oharriz (sobrinas del virrey Agustín de Jáuregui y Aldecoa) regalaron una buena parti– da de madera bien curada (vigas y tablas de roble); y roble de construcción ob– tuvo Fr. Bernardo en el valle de Ulzama, cuyos pueblos recorrió con el herma– no mayor del P. Victoriano de Larráinzar 1 º. Hombre de confianza de Fr. Félix de Azcoitia fue el Sr. Casa Cruz Be– recoechea, hábil cantero y sujeto honrado a carta cabal, que delegó en otro de su gremio, D. Martín Echenique (a. Machín) la responsabilidad del arranque de piedra (cantera de Elvetea) y de la labra. Fr. Antonio de Antequera, pagador y listero; Fr. Guillermo de Alcoz, en– cargado de la cocina y de la limosna. Quince días les hizo de capellán el P. An– gel de Bilbao; desde julio, el P. Ignacio de Fuenterrabía, que tampoco aguantó más de un mes. Durante medio año se alojaron en casa recién estrenada por el matrimonio Zapalena (Juan y Nicolasa), contigua a la obras y propiedad de Achoborroa, con cuyo amo contrató D. Joaquín Plaza el albergue a 10 duros por mes. Durante el día, la joven pareja cuidaba de la casa y del ganado; por la noche pasaban a casa del amo. En el "talonario, nº 1" que firma Fr. Antonio de Antequera, constan diversas órdenes de pago a favor de D. Juan Zapalena, por arriendo (subarriendo) de tres habitaciones "en la residencia": 500 reales de vellón en primero de febrero de 1889; 460 en l de abril, 40 rs.vn. el primero de mayo y finalmente otros 40 el primero de junio de 1889. Fray Félix, aquejado de reuma, se hospedaba en casa del señor párroco de Lecároz. *** En el transporte de piedra se emplearon 20 carros de vacas y más de ocho de mulas. Los 14 pueblos del Valle y la villa de Maya montaron un carreto para el transporte de madera; Irurita puso dos a disposición de la obra. Treinta canteros, de probada maestría, se encargaron del trabajo en pie– dra; otros tantos expertos en madera, cuidaron del corte y talla de vigas, vigue– tas y solivos en tinglados al aire libre, porque el galpón improvisado se destinó a la custodia de la herramienta y dormitorio de los tres vigilantes. "Todo estaba muy ordenado y dirigido; se trabajaba con verdadero entusiasmo". No tardó 9. ACL, Z. planos originales. Ratifica G. ETAYO, en "El Tradicionalista" (30 octubre 1891) la paternidad proyectista de Fr. Félix, cuyos planos firmó "Un distinguido arquitecto, sin objeciones". 10. (Fray Bernardo de Zugarramurdi), "El año de 1886..." (Relato autógrafo, sin fecha ni firma): AP, Lecároz, 1.-"Datos de la fundación del Convento de Lecároz (Baztán, Navarra), en ACt, A-7. 24

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