BCCCAP00000000000000000000191
y hasta se pensó en que no tardaría en cerrarse el "Hospital General Mola". Vana esperanza. Los rojos acaban de atacar, "con abundante material de guerra y personal", en el frente de Aragón, de donde se anunció la partida de buen contingente de evacuados, cien de los cuales se destinaron a Lecároz. "Hubo pues que reunir inmediatamente a todos los coristas y preparar nuevamente las 100 camas" que habían levantado un par de días antes, para iniciar el blanqueo y desinfección. Entre los recién llegados, hay 25 legionarios de la 2ª bandera, la de San Marcial, de la que hubo tantos el año anterior en el "Hospital de sangre". Con la nueva remesa de heridos, más los 30 palúdicos del frente de Hues– ca, suman 245; apenas quedan camas libres. Uno de los hospitalizados, Antonio Echegoyen, de Sangüesa, escribió en el "Diario de Navarra "(24.VIII.1937), que en su vida había soñado vacaciones tan maravillosas como las de este año. En su profesión de labrador no tenían entrada tales duendes. Luego de la revista médica, de 10.30 a las 13 horas, fútbol o pelota, hasta los cojos; después del partido, ducha en estas espléndidas instalaciones. Exce– lente y variada comida de tres platos diariamente, salvo jueves y domingos, en que llegan a cuatro, y mantecado de postre. Cuando repican gordo, café, copa y puro. "Los enfermeros son coristas capuchinos, aspirantes a sacerdotes, que todo lo hacen llenos de buena voluntad y nos facilitan cuanto les pedirnos para nuestras distracciones" . Después del almuerzo o comida, a Elizondo: "las me– jores horas del día, sin duda alguna". El P. José Miguel, prefecto de disciplina del Colegio, "es nuestro segundo padre y como tal no le olvidaremos en nues– tra vida". Médicos, el alférez San Miguel, director; D. Pedro Olaortúa, D. Julio Oteiza y D. Julio Escala, muy competentes y muy atentos. (A. Echegoyen). El 4 de septiembre a Burgos, con Modesto Liquiniano, los PP. rector y José de Lesaca, a consultar con D. Federico Muntaner, el cierre del hospital. Tentativa inútil, por causa del frente de Aragón. "Hay que rechazar la ofensiva enemiga y después... preparar y realizar la ofensiva de nuestra parte". Día 19, domingo, de noche, a las 10.30 se presentan, sin previo aviso, 22 palúdicos procedentes de Jaca. Hasta media noche no podrá retirarse el P. José Miguel. Causan su fatiga y sus desvelos éstos y los otros sus congéneres, por– que, cuando les sobreviene el acceso hay que acudir inmediatamente con qui– nina y tenerlos bien arropados hasta que pase la crisis. Esto y otras contingen– cias anejas a cualquier hospital hizo que los coristas sanitarios tuvieran que pres– tar el servicio de imaginaria: el primer turno hasta las dos de la mañana y el segundo hasta las ocho. En un tiempo en que no se había comercialiazado el DDT. ¿Imaginan qué es sacudir el seráfico sayal sobre el agua de la bañera y contar 176 pulgas? Las horas perdidas del dormir ofendían menos. En los años jóvenes poco cuesta recuperarse. Hay que traer camas del Colegio de Oronoz y del balneario de Elgorria– ga, porque se piden otras 50 plazas; en total, 296 hospitalizados. El 29, festividad de San Miguel, se despide el Dr. D. Alejandro San Mi– guel, promovido a teniente médico de la Legión. Le sustituye en el puesto de director, D. Pedro Olaortúa y Bastida. Se derriban varios cipreses erguidos delante del palomar; tala penosa, im- 210
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz