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P. Ignacio de Pamplona, rector: La película semanal se reducirá a quincenal, en alternancia con la charla que él dirigirá a las secciones 3ª y 4ª, en tanto que su hombre de confianza, el P. Santos de Tudela, habrá de cuidar de las seccio– nes 1ª y 2ª. Santo Dios, y ¡qué invenciones de mediterráneos! El P. José Miguel, troquelador de futbolistas , vuelve a organizar las com– peticiones de 1 ª y 2ª categoría, reprimiendo con gesto heroico, a fin de que no trascendiese a los colegiales, el estallido de amargura que le causó el terrible ha– chazo (aún lo califica más expresivamente) asestado a este árbol frondoso del saber y del orar. Los campeones de 1ª y 2ª celebraron su triunfo, al terminar la liguilla, un tanto glotonamente: merienda de tortilla, chuleta, lechuga, vino, sidra, plátanos, pasteles y vino rancio. Apenas se notaban en el Colegio de Le– cároz los efectos de la guerra. Se sustituyó el café por malte, con buen resulta– do, según testimonio fidedigno; y por un tiempo, la merienda se pareció al de– sayuno (malte-leche, chocolate) por falta de fruta. La dietética general no men– guó. El Dr. Olaortúa pudo certificar la buena salud colegial fomentada con el deporte al airte libre (frontón, fútbol, paseos) y acrisolada con mejoras de hasta 9, 12 y 14 kilos de peso, del uno al otro cabo del curso escolar. A la entrada del Ejército nacional en una ciudad importante chupinazos, cohetes y repique general de campanas resonaban por todo el Valle y alboro– taban el catarro colegial. Se tomó la determinación de dispensar de la clase in– mediata al campaneo; a mediodía, galletas y vino rancio y a última hora del día, función de iglesia con Te Deum. Digno es de referirse que, cuando la toma de Málaga, el P. José Miguel fue capaz (no se alude a facilidad de palabra, que nunca le falló) de pronunciar esta breve arenga: "En atención al glorioso acon– tecimiento del día, hoy habrá indulgencia plenaria. Pero esto que sirva de estí– mulo para que imitéis a los bravos soldados que, cumpliendo con su deber, han conseguido la toma de Málaga. Así también vosotros..." (JMA). A coro colegial se interpretan en ocasiones, como la presente, los himnos nacionales; pero en disciplina colegial no se admiten ni insignias, ni uniformes ni propagandas de partidos políticos, aunque lleven el apelativo de nacionales. La actitud rebelde de unos muchachos, recomendados desde Roma (vivían ac– cidentalmente en la Ciudad Eterna) por el P. Carmelo de lturgoyen, definidor general, les valió la expulsión con todo su correaje. Triunfó el buen sentido so– bre la amistad. Se aproxima el final del curso escolar. Los exárnentes se celebrarán en el colegio. Cuando estaban a punto de desplazarse los catedráticos del Instituto de Segunda Enseñanza de Pamplona, una estremecedora noticia obliga al apla– zamiento: muere el 3 de junio, en accidente de aviación, el Jefe del Ejército del Norte, General D. Emilio Mola y Vidal, honra y prez de Navarra (sin el carnet de oriundo). El día 8 se declara "día de luto nacional"; y el 9 comienzan las pruebas escritas de nuestros alumnos. Intervienen en Religión y Letras, con los profe– sores del Colegio, los señores Paisán, Cepeda, Millán, Astiz (pbros.), Ros y Gar– cía y la señorita Agurrea; y por el ramo de Ciencias, Caballero, Gómez, Archi– lia, Boñi, Berasáin y Escriche. Se hospedan en los hoteles LAZARO Y RIPA 206
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