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EUSKAL-IKASLEAK (Alumnos de vascuence). 'tultivad vuestra lengua, el milenario y venerable euskera, joya preciadí– sima del tesoro de la humanidad, que habéis recibido de vuestros padres y de– béis legar, incólume, a vuestros hijos; estudiad vuestra histeria, para que no de– genere nunca, para emular con noble empeño las hazañas de vuestros antepa– sados". Alfonso XIII en la apertura del primer Congreso de Estudios Vascos, Oñate 1 de septiembre de 1918. Si dio aquel congreso impulso, fue el monarca quier: apretó el botón. Las clases debieron de comenzarse con el calendario escolar. El cronista P. Emilia– no anota el día 22 de diciembre domingo: A las siete, clase de vasco. Le había correspondido un grupo, ante la renuncia obligada del P. Eusebio de Echalar, por inepto. Los jueves, después del paseo "clase de urbanidad y de vasco" y clase de vasco los domingos, antes de la sesión de cine. Asistencia voluntaria, tan nutrida que sobrepasaban los cien. No he podido comprobar que llegaran a 150 los alumnos de vasco; pero al menos hay lista con sus nombres y apelli– dos, de 127. Se prodigan los cantos en vascuence, y se salpicc.n las tradicionales funciones de teatro con recitaciones, zarzuelas, entremeses euskéricos. El reparto de premios, al que solía enviar la Euskal-tzaindia alguno de sus miembros ilustres (en esta primera etapa, su presidente R. M. Azkue), llegó a constituir un acontecimiento relevante: acto académico literario musical, con discurso bilingüe del P. Rector, recitación de canto y verso, representación de alguna comedia al modo del "Melitonaren bi senarrak" del párroco de Herna– ni, distribución de laureles. En el primero de esos festivales, el del día 2 de mayo de 1920, tocó al alumno Santos Beguiristáin la estilográfica puesta en suer– tes. Sucesivos complementos fueron la memoria escolar, la competición depor– tiva y los bailes vascos. Y desde un principio la "fiesta muy completa en ·el co– medor", a juicio del cronista. Tal vez haya de atribuirse al P. Miguel de Alzo la resonancia de aquellas "Euskeraren Eguneko Jayak"; pero arranca su celebración del rectorado del P. Eusebio de Azpilicueta y prefectura del P. Calasanz de Urdax, con la colabo– ración del P. Emiliano de Andoáin como primer responsable, que ni el jueves gordo, en que se suprimió la clase de urbanidad, dispensó la sincrór..ica de vascuence. "Los alumnos que han asistido a la clase de baskuence --escribía el 24 de mayo de 1923- tuvieron merienda extraordinaria en el campo: tortilla, naran– jas, galletas, vino rancio, además del tinto". Con el "Gernikako Arbola" solía cerrarse el acto académico. Constituyó esta asignatura una de las llamadas de adorno, como las de solfeo y música instrumental. l.2. Obras de mejora El P. Bernardo de Artica había escrito al mín. prov: que nadie, ni el P. General, espere sacar un ochavo del Colegio de Lecároz, "porque esta casa está hecha muy a la ligera... El año pasadc pusimos una porción de vigas de hierro y este año tendremos que poner otras tantas. Además conviene hacer algunas o mejor muchas reformas, porque está muy mal dirigida''. Uno de sus defectos capitales, la falta de paso al Colegio, salvo por el coro o por el teatro, entre 149

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