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neras; somos como aquellos troyanos que anduvieron er;:-antes varios años por todos los mares; estamos pagando las condescencias y debiLdades que bs anti– guos Superiores Generales tuvierotl con el P. Llevaneras\ con la fundación del Distrito Matritense". Parece indicar el P. Bernardo que no se habían acallado en la provincia de Castilla las protestas por el decreto de 7 de agosto de 1907, ni con El Pardo, Bilbao y Medinaceli. Más inquietante que las hablillas de los frailes que le tenían hospedado, hubo de ser, en vísperas de las Bodas de plata de la fundación, la actitud fluc– tuante del Min. Gral., Rdmo. Pacífico de Sejano, opuesto a que los profesores del Colegio de Lecároz cursaran estudios en la Universidad 10 , en tanto que en San Sebastián había replicado a algunos celantes, "Non; Lecároz est thesaurus Provinciae" y a su paso por París había encomiado (pa::-a tranquilidad del P. Bernardo de Azpilcueta, según manifestaba al P. Beriáin). la labor que se venía realizando en Lecároz y en Totana. En su carta del 13 de febrero, des¡;ués de sus entrevistas con el P. General, se siente tan pesimista respecto del porvenir colegial, que escribe: "Y o propondría que antes de aguantar un fin triste, en plena decadencia y de consunción, muriera trágicamente, con muerte violenta, por no poder resistir el implacable hado, con público oprobio de sus enemi– gos". En la del 2 de abril, al mismo P. Beriáin, parece recobrar la confianza merced a lo acaecido en París, según le comunicó el P Melchor de Benisa. Unos años de rodaje, y se irán suavizando las aristas. "Cartas...de origen navarro, alaban cuanto se puede imaginar a los hijos del Colegio tan combatido de Lecároz". Les llama la atención su acendrado espíritu misionero. "Mucho deben de valer los hijos del extinguido Distrito Nullius de Madrid -contnúa el P. Antonio de Ereño ---cuando de todas partes los llaman y en todas los esti– man. Así nos escriben nuestros compañeros de Chile... " 11 La misma incomprensión de ciertos religiosos "foráneos" debió de espo– lear el entusiasmo de los hogareños, para hacer de aquellits Bodas de pbta las fiestas más rumbosas que se registran en los Anales del Colegio. Hubo 500 comensales, anglófilos y germanófilos, en plena guerra euro– pea; pero cada uno guardó su alma en su almario. Tres días duraron los festejos. Quince colegiales, dirigidos por el maestro don Justo Irastorza, interpre– taron sobre tablado dispuesto en los frontones, 13 bailes vascos, que, ¡::or los aplausos vibrantes de más de dos mil espectadores, tuvieron que bisarse. Cul– tura regional que se enriquece ·con la ejecución orquestada de tres prelud~os del P. Donosti y de la tercera escena de su "Larraldeko Lorea", cuya parte vocal interpretó el célebre barítono Celestino Aguirresarobe. Asis:e al concie::to D. Arturo Campion, autor del libreto. Entusiasmó vivamente al público el coro de 50 voces blancas, que. a los 9. P. Bernardo de Azpilcueta al rec:or, P. Joaquín de Beriáin; Madrid, 13 de fetrero de 1915: ACL, K-55; otra de 2 de abril, en que promete licenciarse a toda costa, aunque no le ve utilidad: ACL, K-56. 10. P. Angel de Villava, Def. Gral. , ;JTeviene al rector, P. Joaquin de Beriáin que no pida obediencias (permiso del superior general) para cursar estudios universitarios, porque el F. Gene– ral "se lo ha de negar": Roma, 9 de abril de 1915: ACL, J-27. 11. Llavallol (Rep. Argentina), 28 de febrero de 1913, Fr. Antonio M" de Ereño (:!x cole– gial) al rector P. J. de Beriáin: ACL, M-1 l. 143
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