BCCCAP00000000000000000000191
1.3. Decreto de 7 de agosto de 1907 Conviene el superior provincial de Castilla con los alborotados religiosos del D.N. en que no debe adoptarse ninguna resolución sin previa consulta po– pular. Muestra en cambio su conformidad con el proyecto el P. Ildefonso de Ciáurriz, min. prov. de Navarra, al que se propuso, como al castellano, si pre– sentía graves inconvenientes en la anexión de Madrid y El Pardo a su provincia contigua; y Lecároz y Fuenterrabía a la de Navarra 162 • Ni Montehano ni Bilbao se discuten; pero Bilbao, adscrito a la provincia capuchina de Castilla, es un enclave extraño en la proyectada entidad navarro cántabra. En la mesurada defensa que hace del proyecto el P. Ciáurriz da por cas– tellano, sin discusión, el convento de Bilbao, artesa de preciadas limosnas; pero considera que la provincia de Vizcaya no debe desgajarse, ni en lo religioso, de las de Alava y Guipúzcoa, en su conjunción con la de Navarra, "por la nece– sidad de que todos los vascos pertenezcan a una misma Provincia"; pues "las cuatro Provincias (Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya y Alava) forman lo que sella– ma el "País o Nación Vasca". Sus habitantes constituyen una raza distinta del resto de España, tienen distinta lengua que es el Vasco o Vascuence, que lo ha– blan la mayor parte de sus habitantes, y costumbres también diferentes. "Agrégase a esto una tendencia marcadísima y que cada día va en au– mento al Regionalismo político o a la Autonomía de estas Provincias unidas al resto de España, a lo cual es difícil que se sutraigan los religiosos, porque es– triban en el amor a la Religión, a la raza y a la lengua vasca, razón por la cual ha de ser mucho más difícil la unión de los de Vizcaya con la Provincia de Cas– tilla que con los Navarros y Guipuzcoanos... " 163 • Concuerda con el P. Ciáurriz en destacar la extensión desmesurada de la provincia capuchina de Castilla el autor (o autores) de unas ponderadas tablas estadísticas, en que se pone de manifiesto la incorporación anómala de las pro– vincias vascongadas. Ignoro si estudio tan preciso (la copia consultada delata los buenos oficios del P. Xaverius) llegó a nuestra curia romana. Se refiere el contingente vocacional en dos períodos: el de 1889 a 1895 (desde la formación de las tres provincias hasta la anexión de Lecároz al D.N.) y el que se cierra en 1903, con los datos publicados por las cinco circunscripciones: Andalucía, Castilla, Cataluña, Navarra-Aragón, Valencia y el Distrito Nullius. Clasifica a los religiosos de cada una en "territoriales, extraterritoriales, vascos y no vas– cos". Concluye: hasta el año 1895 eran vascos el 25%; no vascos, el 40; y ex– traterritoriales (Llevaneras, Pío de Antillón, y los navarros) 35%; en la estadís– tica de 1903, solamente el 16% de nuevas vocaciones son vascos; el 70% no vas– cos y el 14 extraterritoriales. Culpa este descenso, que contrasta con el florecimiento de franciscanos, carmelitas, jesuitas en las mismas provincias, a desdén e inhibición de los supe– riores de Castilla. Y se ofrecen hasta tres soluciones distintas, bien con la crea- 162. Roma, 3 de julio de 1907; P. Bernardo de Andermatt, Min. Gral., al ministro provin– cial de Navarra: AP, Curia general. 163. Al Rdmo. P. General... Fr. Ildefonso de Ciáurriz, min. prov. (l. i.). Autógrafa. En ca– becera, fuera de texto, "Jul. 1907": AP, Asuntos provinciales, 1900-1925. 114
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz