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e infinidad de operaciones delicadis para el alumbrado eléctrico... cuya oficina no se puede confiar a otro, pues requiere mucha práctica e inteligencia, etc." 8º Pese a lo dicho, que deje S. Rdma. a todos en libertad de elegir la pro-· vincia o quedarse en el Distrito. 9º Que sea declarado hijo del Distrito y regrese a Lecároz, en donde tan– ta falta hace, Fr. Antonio de Vera, que por vestición pertenece, como Fr. Angel de Rentería a Bayona, no a Castilla, y que ha costado tanto dinero en su for– mación y en montarle el taller que aún le está esperando. 10º Por vía de favor muy especial pide la vuelta temporal a Lecfroz del P. Fidel de San Sebastián, único confesor vascongado, sin sustitución posible "hasta dentro de un año"; de Fr. Miguel de Fuenterrabía y de Fr. José Mª de Leaburu, maestros de carpintería y de cantería respectivamente. Aun antes del decreto de 10 de marzo de 1904, Castilla le fue arrebatan– do varios PP. y los principales oficiales " o sea enfermero, albañil, portero, li– mosnero, hortelano, hojalatero y pintor, etc.". Está seguro el P. Llevaneras que de haber conocido los Definid,Jres no españoles la situación del Distrito no habrían librado el decreto aquél tal como lo hicieron. En prueba de buena voluntad y de que cede en lo posible a la insinuación que en el 15 de junio le hizo el P. General, no se va a oponer a que "V. Rdma. disponga de los tres PP. Tomás de Estella, Ramón de Estella y Adolfo de Pe– ralta afiliados a Navarra; y del P. Fernando de Mendoza y P. Luis de León, que está en Marianas, afiliados a Castilla." Las noticias que le llegan de las Carolinas son pesimistas; los capuchinos alemanes pretenden comerse el satroso bocado de Ponapé, en donde lo encuen– tran todo hecho y dejar el hueso de Yap o Palaos a los misioneros españoles 143 • Con sobrada razón echó en cara más de una vez el P. Calasanz de Lle– vaneras a su hermano, P. Joaquín, su imperdonable negligencia espistolar. Con la única de 17 de septiembre, no exenta de cortesías, se propone responder a las de 16 y 20 de agosto y primero de septiembre del P. Andermatt. Tal vez se dio menos prisa por haber conseguido, siquiera parcialmente, lo demandado; "che rimangano nel Distrito tutti quei religiosi che liberamente vogliono restar vi". En cuanto a su relevo persc-nal, prefiere "tomarse unos meses", porque los sujetos de que dispone son gente joven, cuya designación exige e~tudio y crisol. Y por esto "no tema V. P. Rma. le ponga más en situación con::prome– tida, abandonando el cargo ex abrupto y casi por sorpresa" 144 • No abandona el cargo, pero reparte competencias: cara al nuev:::i curso 1904-1905, nombra por su auxiliar en el colegio, a guisa de vice rectcr, al P. 143. Lecároz 12 de julio de 1904. Rmo. P. Bernardo de Andermatt, Mtro. Gene-al de los Capuchinos. Roma... De V.P. Rma. afmo. hijo que pide su paternal bendición y B.S.M. Fr. Joa– quín M' de Llevaneras Proc. Mis. Ult.": AG, G-62 (H-A) D.N. 144. Fr. Joaquín M' de Llevaneras al Rdmo. P. Andermatt; Lecároz 17 de sept. 1904: ACS, Restauració, III-1-1 (copia). Fray Antonio de Antequera vanamente adujo en su carta al P. General sus 16 años de servicios en Lecárnz y sua salud delicada: Lecároz 21 de sept. 1904, ibíd. No se libró del traslado a Castilla. 101
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