BCCCAP00000000000000000000185

-57- que fué el primero en fundarse y que ha sido hasta nuestros días como el centro más importante del apos– tolado católico del mundo, están casi siempre dirigidos por misioneros veteranos y por lo mismo competentísi– mos en cuestión de educación misional, y esto es una gran garantía de éxito ya que la confianza de los reclu– tas aumenta y se robustece en proporción de la expe– riencia y habilidad del capitán que los instruye y los lleva a la lucha. Para ser buen misionero y mucho más todavía, pa– ra ser buen educador de misioneros no basta haber leí– do algunos libros y estar suscritos a unas cuantas revis– tas, como tampoco basta solamente la santidad de la vida y el celo por la salvación de las almas. Sin la ayu– da de una larga experiencia vivida, se cae inevitable– mente en los prejuicios y falso& conceptos, que nos for– mamos respecto a ía vida de las misiones y sin damos cuenta, vamos inoculando un cúmulo de falsas ideas en los jóvenes que educamos. Para una educación técnica se necesitan técnicos; solo el que ha estado en misio– nes sabe cuáles son las lenguas y dialectos más comu– nes que conviene aprender, cuáles los conocimientos que se pueden adquirir, cuáles las enfermedades más ordinarias, el carácter de los indígenas, sus creencias,, sus necesidades materiales y morales, todo el conjunto, en suma, de la vida religiosa y social de los pueblos a los cuales se quiere evangelizar. 3. º Adaptar la educación a las aptitudes na– turales y morales de cada uno.-Todo Instituto, Co-:

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz