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-40- ya de toda una misión, o de los usos y costumbres de un pueblo o de los progresos del catolicismo entre los infieles.» (Calderoli.) Hay tambien obras más serias sobre investigaciones hechas en el campo histórico, po– lítico y religioso; estudios interesantísimos sobre el ar– te, narraciones acerca de viajes efectuados por los más célebres misioneros y hasta vidas simpáticas de santos, cuentos y novelas. Todo Seminario o Colegio además de estar suscrito a una o varias revistas de índole mi– sional debería poseer una pequeña biblioteca de asuntos de misiones adornada con mapas murales ilustrativos. Además el buen educador debe aprovechar todas las ocasiones que se le presenten para dar, ya sea por sí o por otros, algunas conferencias misionales a íos jó– venes. Las fiestas de las grandes figuras misiont:ras, de los Apóstoles, de algunos acontecimientos histó– ricos, etc. son fechas oportunísimas para instruir y ex– citar su entusiasmo y para fecundar y desarrollar nue– vas vocaciones. Ayudará también mucho hacerles que -se inscriban, al menos por algún tiempo, en las obras de la Propa– gación de la Fe y de la Santa Infancia, celebrando to– dos los años alguna fiesta con la mayor solemnidad. Es lo que se hace ya en muchos de nuestros Seminarios y Colegios de Italia y más aún de Francia, y nadie igno– ra las benéficas consecuencias~Jque eso produce tanto par:i las misiones como para la misma juventud. 5. 0 Principales publicaciones de indole mi– sional.-A fin de orientar a los Directores y jóvenes