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-292- como niños y a otros ni aun esto les dejó hacer su te– mor excesivo. Apóstoles eternamente mudos, cuya raza ha sido siempre etiporádica y afortunadamente excep– cional en el apostolado católico. 3. ° Cómo se debe hablar ante un auditorio cristiano, pagano o mixto.-A1 hablar a nuestros cris– tianos tenemos los misioneros derecho a usar de cierta santa libertad y confianza; pero si el auditorio es todo o casi todo pagano es necesario evitar cuanto se pueda el dar señal(;;s de querer imponerse y enseñar. Habla amistosamente y como en conversación familiar con los que te rodean, finge deseos de aprender de ellos cosas que ignoras, y arroja de vez en cuando y como sin dar– le importancia, el germen de la divina palabra. Es siempre contraproducente el mostrar desprecio, reirse y ridiculizar los dioses que otros adoran, pues este modo de obrar no tiene otro resultado que el de ofender a las personas y alejarlas de nosotros. El des– precio no es ningún argumento, ni demuestra absoluta– mente nada. Por eso al encararnos con un error, debe– mos tomarlo desde el primer momento por el lado que no ofenda, ni humille al que escucha y una vez cautiva– do el auditorio con nuestra prudencia y nuestros moda– les, podremos darle el golpe mortal. La arenga que pro– nunció San Pablo en el Areópago de Atenas puede ser– virte de modelo, aunque podemos decir que la Sagrada Escritura está llena de esos modelos inenarrables de esa clase de elocuencia.

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