BCCCAP00000000000000000000185

-273- hacen por motivos puramente temporales y muchos has– ta con malvados fines. En estas tierras unos viven es– clavos de los otros. Los que son esclavos de moros o paganos se hacen cristianos para recobrar la libertad y verse protegidos contra la tiranía de sus amos; hay quienes se convierten sólo con el fin de recibir un som– brero, una camisa o cualquiera otra bagatela. Hay quie– nes piden el bautismo para escapar de la horca y otros para poder unirse a una mujer cristiana. ¡Bendito aquel que se hace cristiano por amor a la virtud! aunque mu– chos de estos, que son los menos, vuelven no obstante de nuevo al mahometismo o al paganismo de donde habían salido. Al año siguiente de ser escrita esta carta, San Francisco Xavier escribió otra sobre el mismo asunto: «La nación India-escribe el Santo-es, por lo que yo he podido observar, completamente salvaje y sólo hace caso a lo que puede lisonjear a su naturaleza. Miran con absoluta indiferencia el conocimiento de las cosas divi– nas y de,su propia salvación y sus sentidos, totalmente pervertidos, son el mayor enemigo de la virtud.» «Inestables y sin reflexión, carecen del sentimiento de justicia y de buena fe; Ja mentira y la maldad son la base de su vida. Por eso es para nosotros un trabajo ímprobo el sostener las cristiandades ya formadas y el convertir a los paganos y el día en que nosotros falte– mos, desaparecerá también de estos lugares la fe cris– tiana, que hemos predicado.» (Becker.) ¿Qué consecuencias sacaba de esto el Santo? ¿Tal vez entregarse al desaliento y abandonar el pais? No; al contrario. Quedarse, llamar en su ayuda a nuevos 18

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz