BCCCAP00000000000000000000185
-251- ble. En estos casos haz tuyo el programa de San Agus– tín: «Dilige homines, ínter/ice errores.» La experien– cia me ha enseñado, que los ministros protestantes, por falta de convicción en sus ideales, ceden con facilidad de sus propios derechos y aun con daño del prestigio de su secta, cuando se les sabe tratar con buenos modales y cierta consideración. No sienten hacia sus secuaces el afecto de padres, como el misionero católico, y por eso las dificultades y miserias de sus prójimos no llegan a afectarles mayor– mente, mientras que los puntillos y ofensas en materia de urbanidad y consideración, los irritan y ponen de mal humor y son capaces de levantarse en armas ellos y sus convertidos, prontos a defenderse a toda costa y ocasionando grandes preocupaciones y disgustos al mi– sionero católico. A fín, pues, de que no te suceda tal cosa, abunda con ellos en sinceridad, en paciencia, en urbanidad, en caridad; de este modo los predispondrás en favor de la causa que representas y los librarás de muchos prejui– cios, redundando todo en provecho de tu misión y de tus cristianos. 5. 0 El afecto paternal hacia los cristianos convertidos.-Sé de un modo especial bueno, caritati– vo y amable con tus feligreses, sean catecúmenos, neó– fitos o ya antiguos cristianos. No prodigues de tal modo tus atenciones y buenas maneras con las autoridades,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz