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La cuestión misionut el Apostolado católico u algunas palnbrHs de introducción Ante todo ¿existe la cuestión misional? Sí: El mismo Jesucristo fué el que la implantó en el mundo. Antes de que El bajara a 1a tierra el proseli– tismo religioso era un fenómeno casi desconocido por completo aun en el mismo pueblo judío. Por el Antiguo Testamento desfilan Patriarcas, Profetas, Santos, Le– gisladores, Sacerdotes, pero no existen verdaderos Apóstoles, al menos en el sentido que nosotros damos hoy al Apostolado. El cristianismo, por el contrario, fué proselitista desde su cuna y el mismo día en que su divino Autor dijo a sus discípulos: «Como el Padre me ha enviado, así también yo os envío... id, enseñad a todas las gen– tes)) apareció el verdadero apostolado católico, no co– mo institución transitoria, personal, libre, sino como un organismo viviente y constitutivo de 1a misma Iglesia. Y desde aquel momento empezó su marcha triunfal por el mundo, que no ha de terminar sino el día que no haya más almas que convertir. En 'efecto, durante los tres primeros sigios del cris• tianismo, cuando el vendaval de las persecuciones de•