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ART. Ill,-DEL RECURSO A LOS SUPERIORES 219 - ---------------- lla hecho imposible u difícil pur· razón tl-t' •cin·un,;lan– cia:i 'lH'l':,unal;•s. C\o m; iu 'ltlÍiillHJ >li1t1l·la 1 rar la ley que dis1ieuc:,ar d-e ella. Declar,a1· la lf\Y {'S j,uzgar y delT•e-Lar que lllJ olJlig,a ,en tale,; cireunsLanl'.i,a,, u l'n lal casD parLiculur; Llisp,en– sar >t!:i eximir p1J1' una causa jusba d-e una obligación ci-erLamerüe ~ixiswntie ( :n. ,.\íuestros Sup,erio,res limien la facn!La,d no ,;óLo d>e U{''l'laT,ar lodo,; los precepLos ,cte la llegla, ;-;i•no 1tamlJién la d{• lfo,pensar d,e ,algunos •de ,!llus. llay quien.es ,han ntigad1,, y rüegau ,aún, esLa última faeult.ad , a kg,ando que eso stiría ''mandar cunlr,a la HPgla" --l'IJSa •que, no pund-en luwer los ,Superior-es-, y que la llf)gla, por 1llalrnr si.Jo aprobada pur la .Santa 8•ed•e, no p,m!d(i, seg·ún las normas •del derecho canó– nico (cánooos 81 y 82), ser ,dispensa,da por los O;rdi– narios, fuera d'lJl llomano Ponlífi,c{). l'cro Lal,e,;; objeciones •car,ecen de consist,eneia. Al dis>pensar los i,!,up,eriores de un prec,eplo d-e la Regla, no sólo Il1J 1mandm1 nada contra el al:ma y 'la llegla, sino qu,,! suprimiPndo una ubligaci(m de difícil ,cumplirnüen– to, lilmm 1 d.el peligro d>ti obrar eonlra ,el ,alma y la ll,e– gla. -·1\dcrnús, kt Jl,egla .franciscana ,no es una ley na– tural y di\•ina, ,sino una ley eclfisiástk,a; y ¿ quién ig– nora que toda lPy •Pclesiástirc.a a.ctmifo ,dis•p,ensa. por p•art,e ,d,e los Sup,e,riores ,cornpet,enws? Y no se invo 1 que en ,contra d€ l,a competerrwia ,de ll'll(lstros Superior,e•s, ,que la llegla, •p,or haber sido aprobada ·por la P.anta Sede, no puede ,ser disp,ensa<la 1wr los Ordinarios, fuera d,el Romano Pontífloo; pues Bn los cánones qu,e s,e arduc,en, se 1hab1'a de las ley-es universales ide la Igl-esia y ,de las leyes pontificias da– das par.a ,un terrilnúo ·pa·rticular, y la Regla s,eráfi,ca no puede calificarse de ninguna ,de ,ambas 1maneras, ~rnnqu,e pueda llamars,e ley pontificia. :2. Pero si es ci,prto qu,e nuestros Sup;e,rio 1 res ·pue– d•en dispensar de los preceptos de la ll-egla, también (3) No se confunda la declaración de la ley con la interpretación de la ley. La interpretación auténtica de nuestra Regla, según dijimos en el n,º 6, compete únicamente a la Santa Sede; mientras que la declaración pueden hacerla todos los Superhres.