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INTRODUCCJO;--; .. lodn su su;;tan,·í,1 (·~iú ~a,ada 1(]p la fu,. it,· dP J:¡ •µm·ti– za ,evangélica.'· J,jJ Dr. Navarro (\lJ ilama i'ncruenlos rnárlir-es a lo;; llll•' la practican fü,lmenl{i; y San Vi– cente liierrer U O J añaJd,e que basta obs{irvarla para s-er santo y ser cm11,niza:do ,después ,de la rnu-erte. b) Igual-es y aún rna,yores {,logios hici-erun de la füigla s,eráíka los Sumos Pontífices, distinguiéndose '<l ,esl,~ w1sp€cto Nicolás III y Cl,mH•nle V pu sus ,céle– br-es Bula,; :EXIIT y EXIVIT nlS'JleCtin.nwnl,e. •e) Por lo demás la razón ilustrada por la f.e com_ prueba sin ,esf'ui:rzo la legitimidad de Lm1 grandes ,en– comios. Dos ,el+mH·ntos, •!l'Il ,ef-eclo, del,!rminan la p-er– foccilm de una H,egla: el fin, a (JU(' as1pira y los nwdios lfU'l' para L'Dns,eguirlo imporw; si,•ndo lfmto mú.~ p,er– fecLa cuanto más 1-evanta-do s-ea ,el fin y los nwclios más aptos. Ahora ,bim1; d íin 1d(1 la Hegla serálica, co– mo s,• ·des1pr-end,e ,d,e su lectura, no ,es ni la sola vida ,cont(,rnplativa, ni la sola Yida •aeth-.a, sino la rnunión de ambas, es d{,cir, la vi:da mixta, qu,e s,!gún Santo To– más (11 J, es la más perfecta d,e todas; y para comm– guir ·tan alto fin, no se limita a impon•er los Ü'{lS vo– tos--qlHl sun los medios~co'n las obligaeion,es COIT{)S– ponrüentes comunes a todos los religiosos, sino que ,pxig,e una .ohe,di,encia tan amplia, que en su ollj,eto ca– lw lodo lo que no S€ 0 1 ptmga a los 1 pr€ceptos 1 d,e Dio•s, df 1 la Igl,esia y de la Hegla; una pobreza tan -eslrecha, que priva d,e J,a ·pro 1 pi~:!da,d no ,sólo a los individuos, sino tarnllil~n a las mismas comunidad,es; y una cas-tida 1 d tan p,erf€,ct•a, -que pro 1 hib,e hasta las a1pariencias ,del vicio contraTio. 'Simulo lodo €sito así, no pu,e,d,e pon,ers-e en duda la ,exc,e,lencia y p,erf.ección d€ la Itegla S€rúfi 1 ca. § 3.º DE LA :E:XPOSICION DE LA REGLA SEHAFICA 5. ¿Es lícito comentar la Regla seráfica?-Toman– do pie, sobrn todo, ide la prohibición ,hecha por tll será– fico Padrn en su T,es•tamento de "pmier glosas a la Re– gla", afirmaron a-lgunos qu,e eTa ilkito todo comenita– rio dn la misma. No nos d-et>flndr-emos ,en refutar sem,eja·nte opinión. Bástenos decir q,ue ,eividentiemerrt.e -el s-eráfi.co Padre con aquellas palabras, ta'll solo guiso ·prohibir los co- (O) De Regularibus commentarii quatuor, (corn. quartus, N. 17, p. 200. Roma, 1584. (10) Opera. Festiva/e, p. 263 a 266. Serrno de Sto. Fran– cisco, IV; Augsburgo de Baviera, 1727. (11) Summa Theologica, 2, 2, Qu. 188 Art. 6.