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CAPITULO IX DE LOS PREDICADORES 216. Di¡visión del capítulo.-.Aunque fll seráfico Pa– dre serntía una rnclimvciún m'Uy 'illarcada hacia la vi– da •contemplativa, sin ,embargo, movido por ,el ,ejemplo dil Cristo, s,e dedicó a la pr-edicación; y por -el mismo p10Lívo quiso qu,e ta,mbién sus .frailes sie consagraran al ,minisL-erio 1 de la swlva-ción ,d,e las ,almas. De estotra– ta en ~,l CapHulü noYeno de la H,egla, •dan-do algunos pri,Cf•pto~ y consl'.i(Js solH'f! los pH,dit:adores. P~lro ~d 111ti-nislit•rio Úfl la pr-edi,caf'ión no puedP fljer– CflTse útil y J-rcorosarn,entP, si anl•PS no •ha pnit·-;:•¡fido una -1·onveni,enl,e preparaciún ·ci~1rntífica; 1po,r· •eso pl •r·o– nHm!Jario al prfüWlll11 capí1lulo lo diYi-dir,emo,s ,en dos a,r– ticulos, 1lmhlando: 1.º, •d{' lo,; requisitos ,de la legíth11a predicación; y :!.º, •de los f!Studios •qufl dPlim1 riealL za rsP fül la Ord-ru1. Artículo 1 DE LOS H,gQUTSITOS DE LA LEGITIMA PRBDICA.1CION La maravillosa eflracia d,• la palabra divina d-ep..:m– -ch• dfl la misión ,c,anónica ,d,P qui€n la anuncia, y ,del ruodo de anunciarla. 1 En cuanto a lo 1JI'Í'm€ro, el sierá– fico Pa,ct,re €Xige el ,consenti1mi-ento ,del Obispo y la apr-0bació1n del l\IiniistTo gen,eral; ,en ,cuanto a lo se– gundo, da algun-0s cons€jos m'Uy opor,tunos. Sigui,endo e' wxto d-r la R,egla dedi'(J"u,emos a ,cada uno dB es:to's puntos su párr,afo ,corr€spondiente, hablando: 1.º, del f'onst>ntimiBnto del Ordi-nario ·dfll lugar, ,en 1 qu,e se ·pre– dica; 2.º, ,d,¡, la ap1ro1J:Jadón del l\Hnist.ro genieral; y