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- 93 - El mérito del predicador no está en saber decir sermones sino en saber ganar almas. No se puede vanagloriar el predicador de me– recer aplansos sino de haber logrado hacer llorar a los pecadores ..• Pero ~cómo se con– siguiría esto sin la preparación de un buen caudal de virtudes1.". Los apóstoles deben ser tJomo los varones del lecho de Salomón: «omnes tenentes g·ladium et ad·bella doctissi– mi». (Cant. 3-8). La vida apostólica es tan noble que no hay ejercicio tan subido como él... «Pro Christo legatione :funigimur». Como enviados de Dios y no como 1·epresentantes de una escuela de~ bemos obrar siempre atentos a procurar el «adveniat regnum tuum, ... Podremos emplearnos veinte o cuarenta años en el apostolado sin haber sido jamás apóstoles. ¿Qué es ser apóstol? Ser Enviado de Cris– to, que sólo busca los intereses de Cristo y todo lo sacrifica al honor de Ohristo ... Mira pues, alma mía, cómo te conduces a este res– pect,o, no sea que estés trabajando. vana– mente ... II Es necesario aprender de Jesucristo el apostolado de sacrificio ... Siempre fué victi– ma por los pecadores. Hostia viva que se

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