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AFECTOS ¡Oh, Señor, desde el noviciado sabemos . que la obediencia vale más que el sacrificio (1 Reg: XV-22) (1) ¿A qué se debe, pues, que reh~semos tanto obedecer'? ¡Oh, pobre naturaleza humana! pobre sí y orgullosa... . Llevamos en el fondo del cÓrazón una tea rrible ambición. Queremos reinar ... Se nos antoja que nacimos para mandar; y cada cual piensa que sabe bastante para ello ... El ideal del hombre es gobernar a otros sin gobernar– se a si mismo ... Si supiéramos vencernos, sabríamos obe. decer ... Si tuviéramos la convicción de nuestra in. suficiencia no nos costaría prestarnos a se– guir el consejo ajeno. ¿Qué cosa más sencilla que seguir las direcciones del cielo? ... t, Qué cosa más segura qu.e obedecer en nombre de Cristo'? ... No obstante dejamos la seguridad del guía y nos lanzamos a las amarguras de la propia voluntad ... (1) Nunquid vult Dominus holocausta et victimas et 110n po• tlus ut obe<liatur voci Domini? Melior est enim obedientia quam vietimae et auscultare magis· quam offevre adipem avietum. (( Reg. XV 22)

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