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- 86 - atender a esto debe, a veces; molestar con- tra su voluntad. · · ¿Has reparado alguna vez en esta circuns– tancia? .. lNo es verdiid que siemp1:e se tuvo por modelo de prudencia el superior que atendía a lós deberes regulares procurando · que se observaran las leyes en vigor? ... ¿Por qué pues apelamos ahora al rec"1rso de que– jas porque .se procura cumplir. ese impres~ cindible deber de gobierno? ¿Nos. hemos het cho acaso a .una \axitud de vida que nos molesta la ley, y so pretexto de, prudencj;~ y tacto religios.o dejamos en evidenci.a la indis; ciplina? .Está muy bien la moderación y• el modo en el gobierno; más para los. díscolos no hay modo .ni , moderación si han i·esuelto suprimir el yugo' de la obediencia ... No e$ fácil gobernar, la nave de la regularidad ce; diendo a las exigencias de fa relajación ... Considera, alma mía, que lá paz qe las Cor munidades puede ser :falsa y desastrosa,. si por evitar violenc,it1s se va al e>jerc:icio de dejar hacer... El temor de· las molestias no deb~ ser motivo ..de prevaricación de ,deberes ... A la larga las. prevaricáciones en aras de una paz absurda suelen·,resultar tiránicas para.los buenos religiosos. Lo que se gana cediendo por debilidad se pierde por opresión de la disciplina, y como dice el adagio: la debili~ dad de unos se · transforma en tiránfa dé otros ... La autoridad que pudiendo ~emediu un abuso lo tolera sin remediarlo autoriza el abuso ...