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- 64 - ser logrado~ ... Lo mismo que dice: yo soy de Dios, puede decir: «yó soy del cielo. No puede ser que contra él lance el juez eterno el «discedite a me~,. Por consiguiente ha de esperar que le diga: «intra in gaudium Domi– ni tui» ... Alma mía, es verdad que para entrar allá no hay más que dos pueruis: inocencia o pe– nitencia. La primera la perdiste con dema– siada preste2:a. La perdiste casi sin conocer– Ja, sin llorarla, sin dolor... Acaso hasta la hiciste .perder a otros ... Pero .¿no viniste l•ie– go a la religión a hacer penitencia~ ... Alma mía, 2,no es esto así? El religioso debe esperar el cielo ... Si, patria nostra pa. radisus est ... 2,No fué acaso la vida religiosa una prepa– ración de la vida del cielo? 2,No viven los re– ligiosos «sicut angeli Dei» como ángeles de Dios con sus votos de obediencia y casti– dad'?-... ¿Por qué pues temer que deje de cumplirse la promesa divina? .. ¡Oh, alma mía, ¡cómo te debe consolar la esperanza de tan gran bien. Dios cumplirá su palabra; sí, 11:!, cumplirá. Serás .no sólo can– didato, serás también poseedor de Dios eri el cielo ... Mercas tul\ magna nimis ... Cierto que como ·criatura habrás cometido tus faltas, pero ¿ac11so la vida regular no es un lugar muy propio de expiar las culpas pa– sadasL. 2,Acaso la, misericordia del Altísimo no tendrá por objeto preferente al siervo fiel cine por complet9 se entregó a su servicio~ ..•

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