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MEDITAOION 2." El cielo de los bienaventurados La rica sement,era de una vida justa nos brinda. el consuelo inefable de un premio en en el cielo. ¡El cielol Cómo nos gusta contemplarlo!... ¡Cómo nos sonríe el alma al pen~ar en que es posible allegarlo! ... El cielo es mi premio eterno. Por el cielo ti:abajo; por el cielo suspiro; por el cielo vivo ... «Futurae inmortalis promissio». Dichosa promesa que me animó para venir a la reli– gión y para vivir como religioso ..• El _cielo .es mi patria. Hemos vivido como peregrinos en este mundo donde abandonamos todo a cambio del cielo ... Ahora veo que se me abre esa morada de luz y de amor. Alli está toda nuestra dicha y alli debe estar )luestro corazón. Alli donde estií. el tesoro palpita ~-1 amor... Pero estamos pr.epÍlrados para entrar en posesión del ci'elb?d/.' Sí; seguramente que st... Si de algrinó 1 puéde decirse que es can– didato del cielo es el religioso ... tCómo su– poner que ese imán que le atraía siempre, que siempre le animaba a luchar pudiera no

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