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- 51 - pue·s, misericordiosamente que me libre del eterno fuego .•• ne perenni cremer igue ... (1) Rxamen sobre_ el juicio Que es necesario prevenir el juicio de Dios nos lo dice nuestra fe y nos lo pide nuestro corazón, · Examínate pues. ¿Qué juicio haces de ti mismo? ... ¿Con qué reglas has medido hasta ahora tus obras? ... ¿Con qué sentido aprecias las obras aje- nas?... , ¿Has examinado alguna vez con seriedad la razón de tus procerieres? ... · ¿Qué miras tienes en las resoluciones que tomas? .... ¿Buscas juéces amigos para que te justifi– quen? .• ¿Tratas de ganarlos Pªl'.ª obrar más libre– mente? ¿Tienes en cuenta las leyes que se deben guardar? ... ¿Has antepuesto tu juicio privado al de la ley? ... ¿Juzgas los méritos a la medida de tus ambiciones?... · (l) Fuego inextinguible, intolerable, inevitable, (S, Buenaven– tura). &~pitase esta coósideración por su eficacia. cConsideratio jndicii facit nobis per gratiam qnod fntul'Um est in nobis per justitiam rs, Buena,· Jbd). Hace en nosotros por la gracia lo que irremisiblemente hará después la justicia. Nos humilla.