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DIA 3. 0 .-:-MEDITACION SEGUNDA Del Juicio Piensa constantemente en el juicio de. Dios y no pecarás. Cot1sidera, alma, en este terri– ble .Y tremendo juicio que todo hombre debe sufrir ante Dios. Gran ésfuerzo pone al espíri– ·tu este pensamiento; «morirás y serás -juzga– do, ... Todo el que tiene uso de razón tiene una -responsabilidad de los actos libremente come– tidos.· Quien pedirá esta cuenta es el; mismo Dios y no un delegado suyo ... Será en su tribunal y no en otro alguno ... Sólo el pensar que la sentencia que se dará será sin apelación, nos deja consternados ... Nos habifuanios en este mundo a un género -de juicios humanos de tribunales que parecen inapelables, y hasta nos vemos ante sentencias reales que imponen penas capitales y luego no se eJecutan, parte porque el hombre estor– nadizo parte porque cambian los sucesos po• líticos, y también por misericordia e indulto ·real. -Esto que vemos aquí abajo nos acostum– bra a ti:liradódo juicio como reformable, pero 'delante de Dios rio hay más que ui1a sustan– ciación, una sentencia, y una Pjeeueión, con la