BCCCAP00000000000000000000181
DIA 3. 0 -MEDI'rACIÓN PRIMERA De la muerte Morir habemo's. (l) .Está establecido como castigo del ,pecado. Hay quB meditar' en la caducidad dt;i nuestra vida. De esta vida, al– ma mía, que ta,nto te halaga'. Sí... Somos mortales ... No podemos rehuir. el castigo ... Este cuerpo de barro ha de volver a· ser ba– no y morir; es cosa terrible porque con des– pojarnos de la vida nos sepulta en la eterni~ dad... , ¿Q 1 1é es inorir? Dejar de se,r lo que somos. Dejar est,a esce~a en que actuamos ... Dejar de ser viadores... Perder .en un instante los SUf!ñOS de muchqs años y las vanidades de muchas empresas ... Morir, es bajar al sepul– cro para que el c~erpo carnal sea pasto d~ los gu&anos, para que se confunda esta her~ mosura adórada eón el estiércol de los mula~ dares, para que metidos en una fosa obscura no podamos ver la luz del sol, ni recibarnos más amistades ni compañías de pasatiempo ... Putr0dini dixi: mater mea es, .soror mea, :yermibus., .. Di'je a la· podre: tú eres mima. (l) La muerte puede considerarse triple: la del li'oníbre, la del ,hombl'e viejo y la del ltombre nnevo; nliture grotie-¡ieccati. Aqul se mira la primera. Al hoinbre viejo lo mata la grn1:ia, y ttl hombre nuevo el ¡iecado.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz