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- 22 cho s,acrificio, vieñe enseguida la sensaci6n de imposibilidad y una excusa franca para hacerla .. El tibio vive de una colaboración de pequeños egoísmos y fácilmente. se con– vence de no poder lo que no quiere ha,cer. En las funciones más elevadas se ve interrum · pido por un frio de voluntad que le ata a la rutina, y aun en casos de obligación de conciencia se acomoda sencillamente a lo que le conviene buscando para el arrimo de asegurar la licitud, pretex·tos fútiles que los hace valer como razones o convenien– cias de categorfa superior. El tibio no actúa por razones sobrenaturales o por motivos de estricta justicia; aun para la justicia en– cuentra sus justificantes en las sugerencias del amor propio barnizado de conveniencias superiores ya que no valen ·como razones aceptables. · Lo más caracterísfico de la tibieza es que ·nos deja dórmir en cierta seguridad de vida porque en· vez de fijarse en el mucho mal que se tiene y' el mucho bien que nos falta se fija en el poco bien que cree tener y en el mucho mal que supone no poseer. Si medi– tara en el mucho bien que le falta y en el poco mal que deja de hacer fuera otra ~u situación ., ........ La tibieza carece de sengibi/idad espiritual. Nada le enardece para realizar cosas grandes y nada le arredra para sPguir en su vida cótnóda; ni las palabras más fervorosas le mueven, ni·los textos me· jor presentados Je obligan: Diríase que para

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