BCCCAP00000000000000000000181

- 134 - tienen son diferentes. Aquel Castillo interior, arquitectura de filigranas de amor, muestra bien a las claras cuán variadas son las mora– das v el estado de las allllas. Antes de entrar en eÍlas es preciso andar afanosamente, y a veces no se logra la entrada· en las superiores porque no se supo llegar en debidas condiciu– nes a sus puertas de oro Poco le faltó a la misma Sta. Teresa para detenerse en el cami– no, porque su director de entonces bueno y celoso de suyo, Gaspar Daza, quería que lo anduviera demasiado aprisa... En cambio otros nunca llegan porque siempre son pere– zosos permaneciendo en una deplorable me– dianía Cierto que algunos hubie,an subido muy alto en las moradas. si hubieren tenido directores expertos e¡ue les aplicaran oportu– namente las reglas del caso. Considera cómo es interesante vivir en esta vida de perfección bajo una dirección entendi– da y que sepa y quiera conducirnos por los caminos del amor y de la unión. Muchos se asustan de só;o pensar en las Moradas, como si eso se hubiera escrito para 0 ángeles del cielo Lo primero que se debe huir en este empe– ño es la negligencia a las inspiraciones ... No sin gran prudencia y sabiduría puso un discre– to autor esta fórmula en uno de sus iibros mís– ticos: ,A neglectu inspirationum tuarum libe– ra nos J esu». Cierto que las almas que han de entrar en las moradas de la unión deben ser heroicas

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz