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AFECTOS lOh. Señor! Me convidáis con vuestra unió"n ! ¿A dónde ve11ís a buséar corazón para semejante empresa? · ¿Quid est horno quia magnificas eum? Aut quid apµonis erga eum cor tuum? Por qué Señor mio, y Dios mío, ponéis en mí vuestro corazón? Poi' qué rne queréis magnificar con una unión perfecta con tu voluntad? ... iQué dichoso sería si entfrndiese siquiera lo que significa tu invitación! ...' Me lla111as a la sala del Jestin, porque fes– tín y bien solemne y bien :-:abroso debe ser vivir en ese estado de unión con Vos. Dichosos los que pudieron gustar las deli- cias de ese festín, , . Pe·ro yo no puedo presumir de· hallarme prepari:tdo para 'el .cáso ..• · No me ar'rojéis de vuestra presencia y eso me basta, Pero nó; ya que os dignáis aceptarme, yo os pido que purifiquéis mis potencias y sentidos y me concedáis siqúiera un poco más de amo1· ... iCómo enloquece esa palabra a los que lo sienten en su corazón! ¡Qué dichosos son los tabernáculos deJ <J.elestial amante!- Cuán rico es el vino del amor que se gusta en la bode– ga mística de la unión con Vos.